En primer lugar, pensemos en algo que nos gustaría
conseguir. Para este ejercicio elija algo sencillo, algo cuya consecución pueda
imaginar fácilmente. Puede ser un objeto que le gustaría poseer, un
acontecimiento que desearía que sucediese, una situación en la que le gustaría
encontrarse o bien algún aspecto de su vida que le apetecería mejorar.
Póngase cómodo, sentado o tumbado, en un lugar
tranquilo donde no puedan molestarle. Relájese completamente, empezando por los
dedos de los pies y ascendiendo hasta la cabeza. Concéntrese en relajar todos
los músculos de su cuerpo dejando que desaparezca toda la tensión. Respire
profunda y lentamente desde la zona abdominal. Cuente hacia atrás de diez a
uno, relajándose cada vez más a medida que vaya contando.
Cuando se encuentre profundamente relajado, empiece
a imaginar lo que desea, exactamente como le gustaría que fuese. Si se trata de
un objeto, imagínese utilizándolo, admirándolo, disfrutándolo, enseñándoselo a
sus amigos. Si es una situación o un acontecimiento, imagínese en el lugar de
los hechos viendo que todo sucede exactamente como lo desea. Puede imaginar lo
que la gente dice, o cualquier detalle que lo haga más real.
Imaginándoselo, puede pasar mayor o menor cantidad
de tiempo, según lo prefiera. Disfrute haciéndolo. Debe ser una experiencia
completamente placentera, como la ensoñación de un niño que piensa en lo que le
gustaría que le regalasen por su cumpleaños.
Luego, conservando la idea o imagen en su mente,
haga algunas afirmaciones totalmente positivas/ (en voz alta o en silencio,
como prefiera) acerca de la circunstancia imaginada:
“Estoy aprendiendo a amarme y aceptarme tal como
soy”.
Las afirmaciones son una parte muy importante de la
visualización creativa, y más adelante las comentaremos con mayor detalle.
Si lo desea, concluya su visualización formulando
esta rotunda afirmación:
“Esto, o
algo mejor, se manifiesta ahora ante mi de un modo
totalmente
satisfactorio y armonioso, para mayor bien de todos a quienes afecta”.
Esto deja lugar para algo distinto e incluso mejor
de lo que en principio había deseado que sucediera, y le sirve como
recordatorio de que este proceso sólo funciona para beneficio de todas las
personas a las que implica.
Si le asaltan dudas o pensamientos contradictorios,
no se resista a ellos ni trate de evitarlos, porque de esa manera no
conseguiría más que concederles un poder que de otro modo no tendrían. Déjelos
fluir por su conciencia y vuelva a sus imágenes y afirmaciones positivas.
Puede permanecer en este estado mientras le parezca
placentero e interesante, ya sea durante cinco minutos o durante media hora.
Repítalo
cada día o tan a menudo como pueda.
Como habrá comprobado, el proceso básico es
relativamente sencillo. Sin embargo, para llevarlo a cabo de un modo
verdaderamente eficaz es preciso, por lo general, adquirir cierta práctica y
poder de captación. (Shakti Gawain)
0 comentarios:
Publicar un comentario