El dejar ir implica ser consciente de un sentimiento, dejarlo
crecer, estar con el, y dejar que siga su curso sin querer que sea diferente o
hacer nada en relación a el. Significa simplemente dejar que el sentimiento
esté ahí y centrarse en dejar escapar la energía tras él.
El primer paso es permitirte a ti mismo tener la sensación sin
resistirla, airearla, temerla, condenarla, o moralizar sobre ella. Significa
abandonar el juicio y ver que es solo una sensación.
La técnica consiste en estar con una sensación y entregar todos
los esfuerzos por modificarla de alguna manera. Dejamos de querer resistir la
sensación. Es la resistencia la que mantiene activa la sensación. Cuando
renuncias a resistir o tratar de modificar la sensación, cambiará a un nuevo
sentimiento que será acompañado de una sensación más ligera. Una sensación que
no es resistida desaparecerá a medida que la energía tras ella se disipe.
Cuando dejes ir, ignora todo pensamiento. Céntrate en la propia sensación,
no en los pensamientos. Los pensamientos son interminables, se auto- refuerzan,
y sólo engendran más pensamientos. Los pensamientos no son más que
racionalizaciones de la mente para tratar de explicar la presencia de la
sensación. La verdadera razón de la sensación es la presión acumulada tras los
sentimientos que la está forzando a salir en ese momento. Los pensamientos o
acontecimientos externos son sólo una excusa compuesta por la mente.
EJERCICIO:
1-En un estado ya obtenido de relajación, vas
a tomar una respiración profunda y vas a proyectar en tu pantalla mental la
situación actual o pasada que en estos momentos te genera algún tipo de estrés
o estado negativo.
2-Una vez conectado con ese pensamiento en tu
pantalla mental, vas a escanear o buscar la primera emoción o sensación que
surja de ese pensamiento.
3-Obtenida la primera emoción o sensación vas
a quedarte con tu atención sobre la misma, sin juicios ni análisis, simplemente
observando, siendo un testigo de la misma. Puede cruzarse algún pensamiento, también
obsérvalo, no te enganches al mismo, ese pensamiento pasará y volverás a la
emoción o sensación primera.
4-Vas a medir la intensidad de la misma
tomando un valor del 1 al 10 y a medida que avanzas en el proceso de Integración,
la misma va a ir disminuyendo.
5-Vas a verificar si existe algún vínculo con
el cuerpo, es decir, si el cuerpo manifiesta alguna molestia, dolor o algo que
llame tu atención, de no ser positivo, también vas a sumar la expresión de tu
cuerpo al proceso de observación o toma de consciencia.
6-Solo
sigue observando, siendo testigo de ese momento, sin buscar el origen de tu
dolor o lo que sea, el proceso solo necesita de tu atención.
7-La
actitud en todo momento de la Integración es de liberación y
transformación, cuando tu actitud sea de sentirte víctima o culpable del
proceso, cámbiala, toma una respiración profunda, y recuerda que nada ni nadie
puede hacerte mal o lastimarte salvo que tú lo permitas, asume tu
responsabilidad de creador de tus circunstancias y vuelve al proceso de
Integración.
8-Liberada
la primera emoción o sensación, vuelve a tu pantalla mental con la situación en
frente y busca nuevamente si surge alguna otra emoción o sensación, de ser
positivo repite el proceso de Integración, si no sale una emoción o sensación alguna, el bloqueo
ha sido liberado y tu nuevo estado lo
puede garantizar.