martes, 30 de julio de 2019

Curso: El Síntoma - 1° Parte



INTRODUCCIÓN:
En este curso vamos a trabajar para generar un nuevo concepto y el entendimiento a lo que llamamos enfermedad o síntoma. Para desarrollar el mismo he tomado como material de consulta a los siguientes temas, referentes y libros:
  1. -Nueva Medicina Germánica - Dr. Hamer
  2. -Somatizar - Sol Ahimsa.
  3. -Psicología y Medicina China – León Hammer.
  4. -Trudi Thali – Sanación de los canales de luz. 

CONCEPTO SALUD/ENFERMEDAD:
Enfermedad y salud son dos conceptos que se refieren a un estado del ser humano y no al estado de los órganos o partes del cuerpo. En realidad en el cuerpo se manifiesta el estado psíquico, por lo tanto, el cuerpo no está ni enfermo ni sano.

El cuerpo es el vehículo de manifestación de los cambios y procesos que se producen en la mente. El proceso de salud se da cuando hay equilibrio entre mente y cuerpo, con una comunicación regular. Escuchando nuestro interior o escuchando a nuestro cuerpo, se mantendrá el crecimiento y la salud.

La enfermedad se da cuando hay un conflicto entre la naturaleza interna frente a la resistencia del cuerpo. De forma, que cuando se produce la enfermedad se crea una comprensión y se libera el mensaje no escuchado. Si se suprime la información con tensión o se toman medicamentos para anular los síntomas, la energía generada irá adquiriendo más fuerza, siendo más difícil liberarla, produciéndose enfermedades más graves o incluso crónicas. La única posibilidad de que este proceso no se dé es ir integrando las experiencias, y estar abiertos a lo que nos quieran enseñar. En definitiva, podríamos decir, que la enfermedad es un medio de autoconocimiento importante.

Un síntoma es una señal que atrae atención, interés y energía y, por lo tanto, impide la vida normal. Un síntoma nos reclama atención, lo queramos o no. Esta interrupción que nos parece llegar de fuera nos produce una molestia y desde ese momento no tenemos más que un objetivo: eliminar la molestia. El ser humano no quiere ser molestado, y ello hace que empiece  la lucha contra el síntoma. La lucha exige atención y dedicación: el síntoma siempre consigue que estemos pendientes de él.

Cuando comprendemos la diferencia entre enfermedad y síntoma, nuestra  actitud base, y la relación con la enfermedad se modifican rápidamente. Ya no consideramos el síntoma como su gran enemigo cuya destrucción debe ser nuestro mayor objetivo sino que descubrimos en él a un aliado que puede ayudarnos a encontrar lo que le falta y así trascender el estado que llamamos enfermedad.

Entonces, el síntoma será como el maestro que nos ayude a atender a nuestro desarrollo y conocimiento, un maestro severo que será duro con nosotros si  nos negamos a aprender la lección más importante. La enfermedad no tiene más que un fin: ayudarnos a subsanar nuestras «faltas» y hacernos íntegros en todos los niveles que nos componen.

El síntoma puede decirnos qué es lo que nos falta, pero para entenderlo tenemos que aprender su lenguaje. El lenguaje es psicosomático, es decir, saber de la relación entre el cuerpo y la mente. Si conseguimos redescubrir esta ambivalencia del lenguaje, pronto podremos oír y entender lo que nos dicen los síntomas.

La diferencia entre combatir la enfermedad y transmutar la enfermedad, es que la curación se produce exclusivamente desde una enfermedad transmutada, nunca desde un síntoma derrotado, ya que la curación significa que el ser humano se hace más sano, más completo. Curación significa redención, aproximación a esa plenitud de la conciencia que también se llama iluminación. La curación se consigue incorporando lo que falta y, por lo tanto, no es posible sin una expansión de la consciencia. 

POLARIDAD:
Enfermedad y curación son conceptos que pertenecen exclusivamente a la conciencia, por lo que no pueden aplicarse al cuerpo, pues un cuerpo no está enfermo ni sano. En él sólo se reflejan, en cada caso, estados de la conciencia.

La conciencia lo escinde todo en parejas de contrarios, y que nos plantea un conflicto porque nos obligan a diferenciar y a decidir. Nuestro entendimiento no hace otra cosa que desmenuzar la realidad en pedazos más y más pequeños (análisis) y diferenciar entre los pedazos (discernimiento). Por ello, se dice “sí” a una cosa y, al mismo tiempo, “no” a su  contrario, pues es sabido que los contrarios se excluyen mutuamente. Pero con cada “no”, con cada exclusión, incurrimos en una carencia, y para estar sanos hay que estar completo.

El ego del ser humano desea tener siempre algo que se encuentre fuera de él y no le agrada  la idea de tener que extinguirse para ser uno con el Todo. En la unidad, Todo y Nada se funden en uno. La Nada renuncia a toda manifestación y límite, con lo que se sustrae a la polaridad. El origen de Todo el Ser es la Nada.

Es lo único que existe realmente, sin principio ni fin, por toda la eternidad. A esa unidad podemos referirnos pero no podemos imaginarla. La unidad es la antítesis de la polaridad y, por consiguiente, sólo es concebible, incluso, en cierta medida, experimentable por el ser humano que, por medio de determinados ejercicios o técnicas de meditación, desarrolla  la capacidad de aunar, por lo menos transitoriamente, la polaridad de su conocimiento.

La polaridad es como una puerta que en un lado tiene escrita la palabra Entrada y, en el  otro, Salida, pero siempre es la misma puerta y, según el lado por el que nos acerquemos a  ella, vemos uno u otro de sus aspectos. A causa de este imperativo de dividir lo unitario en aspectos, que luego hemos de contemplar sucesivamente se crea el concepto de tiempo, porque de la contemplación con una conciencia bipolar la simultaneidad del Ser se convierte en sucesión. Si detrás de la polaridad está la unidad, detrás del tiempo se halla la eternidad.

La polaridad de nuestra conciencia nos coloca constantemente ante dos posibilidades de acción y nos a decidir. Siempre hay dos posibilidades, pero nosotros sólo podemos realizar una. Por lo tanto, en cada acción siempre  queda irrealizada la posibilidad contraria. Tenemos que elegir y decidirnos entre quedarnos  en casa o salir, trabajar o no hacer nada, tener hijos o no tenerlos, reclamar el dinero o perdonar la deuda, matar al enemigo o dejarlo vivir. El tormento de la elección nos persigue constantemente. No podemos eludir la decisión, porque «no hacer nada» es ya decidir contra la acción, «no decidir» es una decisión contra la decisión. Ya que tenemos que decidirnos, por lo menos, procuramos que nuestra decisión sea sensata o correcta. Y para ello necesitamos determinadas normas.

Todo camino de curación lleva de la polaridad a la unidad. El paso de la polaridad a la unidad es un cambio cualitativo tan radical que la conciencia polar difícilmente puede imaginarlo. La solución se encuentra donde todas las alternativas, todas las posibilidades, todas las polaridades aparecen igual de buenas y verdaderas, o igual de malas y falsas, ya que son parte de la unidad y, por lo tanto, su existencia está justificada, porque sin ellas el Todo no estaría completo.

Por ello, al hablar de la ley de la polaridad hemos hecho hincapié en que un polo no puede existir sin el otro polo. Como la inhalación depende de la exhalación, así el bien depende del mal, la paz de la guerra, y la salud de la enfermedad. No obstante, los hombres se empeñan en aceptar un único polo y combatir el otro. Pero quien combate cualquiera de los polos de este universo combate el Todo, porque cada parte contiene el Todo. 

LA SOMBRA:
Cada identificación que se basa en una decisión descarta un polo. Ahora bien, todo lo que nosotros no queremos ser, lo que no queremos admitir en nuestra identidad, forma nuestro negativo, nuestra «sombra». Porque el repudio de la mitad de las posibilidades no las hace desaparecer sino que sólo las destierra de la identificación o de la conciencia.

El «no» ha quitado de nuestra vista un polo, pero no lo ha eliminado. El polo descartado vive desde ahora en la sombra de nuestra conciencia. Del mismo modo que los niños creen que cerrando los ojos se hacen invisibles, las personas imaginan que es posible librarse de la mitad de la realidad por el procedimiento de no reconocerse en ella. Y se deja que un polo  (por ejemplo, el sacrificio) salga a la luz de la conciencia mientras que el contrario (la pereza) tiene que permanecer en la oscuridad donde uno no lo vea. El no ver se considera tanto como no tener y se cree que lo uno puede existir sin lo otro.

Se llama sombra a la suma de todas las facetas de la realidad que el individuo no reconoce o no quiere reconocer en sí y que, por consiguiente, descarta. La sombra es como el mayor enemigo del ser humano: la tiene y no sabe que la tiene, ni la conoce. La sombra hace que todos los propósitos y las metas que la persona puede plantearse le reporten, en última instancia, lo contrario de lo que esa persona perseguía. El ser humano proyecta en un mal anónimo, que existe en el mundo todas las manifestaciones que salen de su sombra, porque tiene miedo de encontrar en sí mismo la verdadera fuente de toda desgracia. Todo lo que el ser humano rechaza pasa a su sombra que es la suma de todo lo que él no quiere.

Ahora bien, la negativa a afrontar y asumir una parte de la realidad no conduce al éxito deseado. Por el contrario, el ser humano tiene que ocuparse muy especialmente de los  aspectos de la realidad que ha rechazado. Esto suele suceder a través de la proyección, ya que cuando uno rechaza en su interior un principio determinado, cada vez que lo encuentre en el mundo exterior desencadenará en él una reacción de angustia y rechazo.

Proyección significa, pues, que con la mitad de todos los principios fabricamos un exterior,  puesto que no los queremos en nuestro interior. Nosotros siempre sentimos nuestra sombra como un exterior, porque si la viéramos en nosotros ya no sería la sombra. Los principios rechazados que ahora aparentemente nos acometen desde el exterior los combatimos en el exterior con el mismo entusiasmo con que los habíamos combatido dentro de nosotros.

Nosotros insistimos en nuestro empeño de borrar del mundo los aspectos que valoramos  negativamente. Ahora bien, dado que esto es imposible, por ley de la polaridad, este intento se convierte en una pugna constante que garantiza que nos ocupamos con especial intensidad de la parte de la realidad que rechazamos.

Debe quedar claro que no hay un entorno que nos marque, nos moldee, influya en nosotros o nos haga enfermar: el entorno hace las veces de espejo, en el que sólo nos vemos a nosotros mismos y también, desde luego y muy especialmente, a nuestra sombra a la que no podemos ver en nosotros. Del mismo modo que de nuestro propio cuerpo no podemos ver más que una parte, pues hay zonas que no podemos ver (los ojos, la cara, la espalda, etc.) y para contemplarlas necesitamos del reflejo de un espejo, también para nuestra mente  padecemos una ceguera parcial y sólo podemos reconocer la parte que nos es invisible (la sombra) a través de su proyección y reflejo en el llamado entorno o mundo exterior. El reconocimiento precisa de la polaridad.

El reflejo, empero, sólo sirve de algo a aquel que se reconoce en el espejo: de lo contrario, se convierte en una ilusión. El que en el espejo contempla sus ojos marrones, pero no sabe que lo que está viendo son sus propios ojos, en lugar de reconocimiento sólo obtiene engaño. El que vive en este mundo y no reconoce que todo lo que ve y lo que siente es él mismo, cae en el engaño y el espejismo. Hay que reconocer que el espejismo resulta increíblemente vívido y real, pero no hay que olvidar esto: también el sueño nos parece auténtico y real, mientras dura. Hay que despertarse para descubrir que el sueño es sueño.

Nuestra sombra nos angustia. No es de extrañar, por cuanto que está formada  exclusivamente por aquellos componentes de la realidad que nosotros hemos repudiado, los que menos queremos asumir. La sombra es la suma de todo lo que estamos firmemente  convencidos que tendría que desterrarse del mundo, para que éste fuera santo y bueno. Pero  lo que ocurre es todo lo contrario: la sombra contiene todo aquello que falta en nuestro  mundo, para que sea santo y bueno. La sombra nos hace enfermar, es decir, nos hace incompletos: para estar completos nos falta todo lo que hay en ella.

La sombra produce la enfermedad, y el encararse con la sombra cura. Ésta es la clave para la comprensión de la enfermedad y la curación. Un síntoma siempre es una parte de sombra que se ha introducido en la materia. Por el síntoma se manifiesta aquello que falta al ser humano. Por el síntoma el ser humano experimenta aquello que no ha querido experimentar conscientemente. El síntoma, valiéndose del cuerpo, reintegra la plenitud al ser humano. Es el principio de complementariedad lo que, en última instancia, impide que el ser humano  deje de estar sano. Si una persona se niega a asumir conscientemente un principio, este principio se introduce en el cuerpo y se manifiesta en forma de síntoma. Entonces el individuo no tiene más remedio que asumir el principio rechazado. Por lo tanto, el síntoma completa al hombre, es el sucedáneo físico de aquello que falta en el alma.

En realidad, el síntoma indica lo que le «falta» a la persona, porque el síntoma es el principio ausente que se hace material y visible en el cuerpo. No es de extrañar que nos gusten tan poco nuestros síntomas, ya que nos obligan a asumir aquellos principios que nosotros  repudiamos. Y entonces proseguimos nuestra lucha contra los síntomas, sin aprovechar la oportunidad que se nos brinda de utilizarlos para completarnos. Precisamente en el síntoma  podemos aprender a reconocernos, podemos ver esas partes de nuestra alma que nunca descubriríamos en nosotros, puesto que están en la sombra. Nuestro cuerpo es espejo de nuestra alma; él nos muestra aquello que el alma no puede reconocer más que por su reflejo. Pero, ¿de qué sirve el espejo, por bueno que sea, si nosotros no nos reconocemos en la  imagen que vemos?

La sinceridad para con uno mismo es una de las más duras exigencias que el hombre puede hacerse. Por ello, desde siempre el conocimiento de sí mismo es la tarea más importante y  más difícil que pueda acometer el que busca la verdad. El conocimiento del propio ser no significa descubrir el Yo, pues el ser lo abarca todo mientras que el Yo, con su inhibición,  constantemente impide el conocimiento del Todo, o del Ser. Y, para el que busca la sinceridad al contemplarse a sí mismo, la enfermedad puede ser de gran ayuda. ¡Porque la enfermedad  nos hace sinceros! En el síntoma de la enfermedad tenemos claro y palpable aquello que  nuestra mente trataba de desterrar y esconder.

La enfermedad hace sincera a la gente y descubre implacablemente el fondo del alma que se  mantenía escondido. Esta sinceridad (forzosa) es sin duda lo que provoca la simpatía que sentimos hacia el enfermo. La sinceridad lo hace simpático, porque en la enfermedad se es auténtico. La enfermedad deshace todos los sesgos y restituye al ser humano al centro de equilibrio. Entonces, bruscamente, se deshincha el ego, se abandonan las pretensiones de poder, se destruyen muchas ilusiones y se cuestionan formas de vida. La sinceridad posee  su propia hermosura, que se refleja en el enfermo.
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viernes, 26 de julio de 2019

¡Despierta!


Temes a la guerra y a los rumores de guerra, temes a la enfermedad. Temes no ser reconocido. Tiemblas al mirar a alguien a los ojos, sin embargo anhelas ese afecto llamado amor. Cuestionas cada cosa buena que te sucede y dudas que te vuelva a suceder. Te  arrastras en la plaza del mercado en busca de la fama y el éxito, el oro, las rupias, los dracmas  y los dólares. ¡Ah! Sólo por un poco de alegría.

Tus pensamientos te han llevado a la desesperación, a creerte indigno. Tus pensamientos te han llevado al fracaso y a la enfermedad. Te han llevado hasta la muerte. Todas estas cosas  las has creado tú. Pues el ardiente creador dentro de ti, que tiene el poder de tomar un  pensamiento y crear universos, o situar estrellas incandescentes en los cielos durante una  eternidad, se ha atrapado a sí mismo en la creencia y el dogma, en la moda y la tradición,  pensamiento limitado tras pensamiento limitado tras pensamiento limitado. Y es tu propia incredulidad la que no te ha permitido vivir.

¿En qué no crees? En todo lo que no puedes percibir con los sentidos de tu cuerpo, en todo lo que no puedes ver, oír, tocar, probar u oler. Enséñame una creencia, ponla en mi mano. Enséñame una emoción, quiero tocarla. Enséñame un pensamiento, ¿dónde está? Muéstrame  tu actitud, ¿qué aspecto tiene? Muéstrame la imagen del viento. Y muéstrame el tiempo, el  mismo que te ha robado los preciosos momentos de tu vida.

Has desconfiado de los mayores regalos de la vida; y por eso no has permitido que ocurriera un entendimiento más ilimitado. Vida tras vida, existencia tras existencia, te has sumergido de  tal manera en las ilusiones de este plano, que has olvidado el maravilloso fuego que fluye  dentro ti. En diez millones y medio de años has pasado de ser una entidad soberana y  todopoderosa, a estar totalmente perdido en la materia, esclavizado por tus propias creaciones  del dogma, la ley, la moda y la tradición; separado por país, fe, raza y sexo; inmerso en los  celos, la amargura, la culpabilidad y el miedo. Te has identificado de tal manera con tu cuerpo,  que te has atrapado en la supervivencia y olvidado de la esencia invisible que realmente eres: el Dios que vive dentro de ti, que te permite crear tus sueños, cualquiera que elijas. Has  rechazado abiertamente la inmortalidad; y por eso, morirás, y volverás aquí, una y otra y otra  vez. Por eso, aquí estás de nuevo, después de haber vivido durante diez millones y medio de  años y aún te aferras a tu incredulidad. Dios, la totalidad del pensamiento, es un gran teatro, en  verdad. Y él permite escribir tu propia obra y representarla acto tras acto sobre el escenario. Y  cuando cae el telón, cuando se dice la última palabra y se hace la última reverencia, mueres.  ¿Por qué razón? Porque tú, el creador supremo de leyes, crees que lo harás.

Esta vida es un juego; una ilusión. Todo lo es. Pero nosotros, los actores, hemos llegado a  creer que es la única realidad. Sin embargo, la única realidad que siempre ha existido y  siempre existirá es la vida, una esencia de ser libre y siempre continua que te permite crear tus  juegos de cualquier manera que los quieras jugar. 


Cuando te des cuenta de que tienes el poder con tus pensamientos de situarte en la  ignorancia, en la enfermedad y en la muerte, también te darás cuenta de que tienes el poder de  llegar a ser más grande simplemente abriéndote hacia un flujo de pensamiento más ilimitado  que te permita tener mayor genio, mayor creatividad, y vivir para siempre. Cuando te des  cuenta de que el Dios que creó el cuerpo en un principio es el poder que está dentro de ti, tu  cuerpo nunca envejecerá ni enfermará, y nunca perecerá. Pero mientras te aferres a tus   creencias y limites tu pensamiento, nunca experimentarás la infinitud que dio la gloria al sol de  la mañana y el misterio al cielo del atardecer. (Ramtha)
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viernes, 5 de julio de 2019

Un Nuevo Estado del Ser para una Nueva Relación

Los pensamientos son los lenguajes del cerebro y los sentimientos son el lenguaje del cuerpo y la manera en que piensas y sientes comienzan a crear un nuevo estado del ser de existencia, en un segundo una persona empieza a cambiar un estado del ser cuando comienza a sentir las emociones de aquello que desea, está dándole al cuerpo y al cerebro una muestra del futuro, entre más fuerte e intensa sea la emoción que la persona sienta, mas realización va a sentir por dentro, entre más atención ponga en las imágenes que está creando en su mente está construyendo un recuerdo de largo plazo, en otras palabras, la persona estará comenzando a recordar su futuro.

Lo mismo pasa con el pasado, cuando han tenido una mala relación, puede que hayan sido traicionadas, manipulados, defraudados, cuanto más piensan en esas situaciones, mientras más fuertes sean los sentimientos que tienen sobre ellas, entre más atención le pongan a la causa de lo que pasó, el cerebro toma una foto instantánea y eso se llama recuerdo, entonces en ese caso, mientras más fuerte sea la emoción, entre más atención le pongan a lo que sucedió en el pasado estarán creando recuerdos de largo plazo. Lo que hace la mayoría de la gente es que esas emociones negativas que duran tanto después de las experiencias pasadas les generan el deseo de no querer volver a vivir esas experiencias de nuevo, lo cual es normal.

Lo que hace la mayoría de las personas es que tienden a pensar neurológicamente dentro de los circuitos de sus experiencias pasadas, y de igual manera tienden a sentirse dentro de los límites de esos sentimientos y emociones químicamente, en ese momento están pensando y sintiendo. Recuerden, los pensamientos son el lenguaje del cerebro y las emociones son el lenguaje del cuerpo, y la manera en que piensas y que sientes crean tu estado del ser.

Para la gran mayoría de las personas, su estado del ser está basado en malas relaciones que vienen del pasado, entonces, en este momento que quisieran crear un futuro no basándose en el pasado, si siguen sintiendo esas mismas emociones negativas y si no pueden tener pensamientos más elevados, más positivos en comparación a lo que están viviendo en el momento presente; y si los sentimientos y las emociones son el resultado de las experiencias pasadas, la mayoría de personas están pensando en el pasado, y la relación con la mayoría de personas se vuelven difíciles de crear, porque cuando ellas han hecho el esfuerzo de pensar en sus futuras relaciones sintiendo las emociones elevadas, las que corresponden a esas relaciones maravillosas, amor, inspiración, conexión, libertad de expresión y confianza, y cuando vuelvan a su realidad actual y se dan cuenta que nada ha cambiado, que la realidad que están viviendo es diferente a la realidad que habían soñado, lo que hace la mayoría de las personas es preguntarse, ¿Dónde está mi nueva relación? ¿Cómo es posible que no esté sucediendo? Y de ésta manera empiezan a sentir más vacío y mayor escasez.

Cuando las personas están sintiendo más escasez, ellas tratan con mayor esfuerzo, con  desespero, tratan de forzar, de controlar y de manipular los resultados, porque se sienten menos empoderados por sus sentidos, en otras palabras, cuando ustedes se  fíen de sus sentidos, sus sentidos les dicen que el presente es su realidad, y que en esa realidad no está pasando nada, la mayoría de las personas dicen, es muy duro tener una relación o es muy difícil encontrar la pareja indicada, y se encuentran ahí tratando de crear desde la escasez y desde el vacío que están sintiendo. Ellos pueden intentar pensar positivo y sentirse muy bien acerca de esa futura relación pero, lo hacen durante unos segundos y el resto del día siguen viviendo en escasez, y se dicen, estoy esperando algo fuera de mi que solucione mi situación, estoy esperando esa nueva relación que va a llenar este vacío que siento dentro de mi.

Cuando esa relación no se manifiesta y no hay evidencias en la realidad de estas personas, se siente aún más escasez y más separación, y ahora intentamos crear esa relación desde un sentimiento de escasez en lugar de crear desde un sentimiento de unidad y plenitud. En otras palabras ustedes no pueden esperar a que una nueva relación suceda para que ustedes puedan sentir amor, éste es el antiguo modelo de causa y efecto, el esperar que algo externo venga a nosotros para quitar el vacío.

El modelo cuántico de la creación nos da la posibilidad de causar los efectos, lo que significa que en el momento en que ustedes comienzan a abrir su corazón de nuevo, en el momento en que ustedes comiencen a enseñarle emocionalmente a ese corazón la manera en el que ese futuro se va a sentir. Y si ustedes pueden vivir en ese estado emocional por largos períodos de tiempo, independientemente de lo que esté pasando ahí afuera, ustedes dejarán de vivir en escasez.

El cerebro y el cuerpo no hacen la diferencia con las experiencias que están ocurriendo en el mundo real con las experiencias que están ocurriendo solo en los pensamientos. Si pueden mantener sus pensamientos y las emociones de la nueva realidad que desean traer a su presente, sus cuerpos estarán creyendo emocionalmente que están viviendo esa realidad futura en el momento presente.

Por ejemplo: Si ustedes sienten el amor de esa relación del futuro, independientemente de las  personas y las circunstancias que hayan en sus vidas, ustedes tendrán más posibilidad de sentir que esa relación que sueñan ya sucedió, y ésta vez estarían creando a partir de la unidad y de la plenitud, y no desde la ausencia y la carencia.
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martes, 2 de julio de 2019

El Chakra Raíz y la Realización de Tus Metas


Aquí vas a encontrar más información a detalle de nuestra anatomía energética.

El Chakra Base o Raíz se encuentra en la zona del perineo, el ano y los genitales. Este Chakra está  a tono con la nota musical Do y se asocia con un color rojo profundo. Su propósito principal es  nuestra supervivencia y representa nuestra conexión con el cuerpo y mundo físico que habitamos.

La cantidad y calidad de energía vital canalizada y transportada a través del Primer Chakra genera nuestra voluntad para vivir así como la calidad de nuestra vitalidad. Nuestras habilidades para existir  plenamente en nuestro mundo, como seres integrales, y tener la posibilidad de alcanzar todo  nuestro potencial como individuos depende del flujo sostenido de esta energía vital en su recorrido  por nuestro sistema de chakras, asi como del estado de equilibrio en que se encuentren estos  centros de energía.

El Primer Chakra está relacionado a tu sentido de supervivencia, seguridad, resguardo y pertenencia, así como tambíen tu voluntad para vivir y vitalidad. Es por esta razón que el estado en  que se encuentra el Primer Chakra está tan profundamente conectado al concepto de “suficiencia” en  tu vida, la cual se refleja en tu vida en la manera en que ganas y gastas el dinero, tu peso corporal,  tus miedos y tu motivación al éxito, entre otros.

Cuando este Chakra está en su frecuencia energética óptima, facilita la conexión de nuestro poder  interior con el mundo físico. Somos entonces capaces de confiar en la Madre Tierra, nuestras  comunidades locales, y nuestra propia motivación individual para suministrar lo necesario no sólo  para sobrevivir, sino para prosperar. No nos preocupamos, no nos estresamos, confiamos en el  universo, creemos en nuestra propia promesa, y sentimos que estamos en las buenas manos de la  Madre Tierra.

El Primer Chakra también determina cómo nos percibimos a nosotros mismos y cómo percibimos las  situaciones (si las percibimos como una amenaza a nuestro ser o no). Si el Primer Chakra está a  tono y equilibrado como un canal claro, abierto y perfecto, fortifica la "carga" de la energía que luego  fluye hacia arriba, hacia todos los otros Chakras.

Señales de un Chakra Bloqueado
Un Chakra Raíz desequilibrado puede expresar su condición con problemas tales como falta de firmeza, inseguridad, temores relacionados con la supervivencia, sentimiento de insuficiencia, miedo  de avanzar en la vida, y miedo en general.

Físicamente, el cuerpo puede responder con dolor, problemas de crecimiento, problemas de peso, colitis, diarrea, hemorroides o síntomas de menopausia. Podrías también sentir falta de energía, cansancio, dificultades para dormir, Los síntomas físicos de un desequilibrio pueden manifestarse en  las glándulas u órganos más cercanos o influenciados por el Primer Chakra, incluyendo la columna,  lo cual puede llevar a escoliosis, problemas de espalda o mala postura. Tus pies, piernas y caderas  también podrían sufrir ya que ellos literalmente te "sostienen a la Tierra" y actúan como la base de tu  cuerpo y conexión con la tierra.

Puedes también tener unas defensas inmunológicas bajas, lo cual ocasiona que te enfermes con  facilidad y a menudo. Finalmente, tu cuerpo podría a veces sentirse inquieto y llevarte a días llenos  de actividad agotadora, o por el contrario puedes sentir una falta de energía general en todas las   áreas de la vida.

Emocionalmente la persona siente muchas inseguridades y temores. Sobretodo, su temor se centra en las  maneras de satisfacer sus necesidades básicas: techo, abrigo, alimento. Puede experimentar  sensaciones de ira reprimida. Esta persona puede tener propensión a comportamientos agresivos. También se le hace muy difícil entender el punto de vista de cualquier otra persona y sus emociones  se hacen difíciles de controlar.

Estas características emocionales no son otra cosa que síntomas a un temor muy básico: temor a  “no tener suficiente”, de no poder satisfacer sus necesidades más básicas, y de no confiar en que la   Madre Tierra pueda suplir de todo lo que necesitamos para llevar la vida que deseamos para ser  feliz.

Finalmente, podrías sentir una falta general de entusiasmo en tu vida, lo que puede llevar a depresión.

Tu mente se llena de pensamientos de temor y miedo excesivo al futuro. También puedes sentirte  mentalmente disperso (estas como “ida”), a causa de no estar “arraigado”. Puedes preocuparte  demasiado, o actuar de manera demasiado precavida sin necesidad. Podrías también tener una  tendencia a insistir en situaciones que ocurrieron en el pasado, incapaz de dejar las cosas pasar.

Puede que encuentras muy difícil confiar en los otros miembros de tu entorno y tu comunidad.  Puedes pensar que “todos están en tu contra”.

Causas que bloquean al Chakra Raíz
  1. Crecer en un ambiente donde había gran escasez y dificultad para conseguir y satisfacer las  necesidades básicas de techo, ropa y alimentos.

  1. Vivir en épocas de guerra puede generar miedos por la seguridad personal y supervivencia.

  1. Pérdida temprana de un padre o figura paternal. Esto puede causar sentimientos de terror al  sentirse “solo en el mundo”, sentimientos de inseguridad y miedo al futuro.

  1. Dificultades en crear vínculos con tu madre crea un desequilibrio en tu Chakra Raíz porque  conduce a sentimientos de inseguridad e inestabilidad en los comienzos de tu vida. Para los bebés y niños muy pequeños, la figura materna es la base de su mundo entero. Cualquier ausencia de lazos  maternales infunde aprehensiones tempranas sobre tu seguridad personal y te obliga a sentir que  debes valerte por ti mismo.

  1. Los traumas infantiles desencadenan severamente la respuesta de “pelea o huída” en tu Chakra Raíz. Ya que los niños no pueden defenderse a sí mismos en situaciones peligrosas o aterradoras, ellos pueden desarrollar resentimientos, miedos e incluso deseos de venganza profundos que se  manifiestan más tarde en la vida como resultado de desequilibrios a nivel del Chakra Raíz. Puede  tomarle a la gente mucho tiempo para reconocer de manera consciente estas emociones  estancadas y liberarlas.

  1. Una crianza excesivamente estricta con frecuencia lleva a desequilibrios de Chakra Raíz que  acompañan a los niños en la medida que se convierten en adultos. Cuando los niños son castigados  fuertemente a una temprana edad – particularmente cuando el castigo es una forma de abuso físico  – crea condiciones emocionales y mentales que pueden causar un desequlibrio en su Chakra Raíz y  los puede dejar con problemas para defenderse apropiadamente como adultos. Si tuviste una  experiencia así, puede que te sea muy difícil tomar decisiones que son para tu propio bien porque  temes por la desaprobación de otros. Un Chakra Raíz equilibrado te da el poder para sentirte confiado sobre las decisiones que  tomas y a cuidar tus propias necesidades.

  1. Una falta de conexión con tu familia y/o comunidad menoscaba tu Chakra Raíz y contribuye con  obstrucciones. El aislamiento extremo y comportamientos que te separen de otras personas en tu ambiente fomentan miedos irracionales que se apoderan de tu mente. Para sanar condiciones como  esta, es crucial trabajar en equilibrar el Chakra Raíz para poder permitir que se formen de nuevo conexiones saludables con los demás.


Las cosas que ocurrieron al momento de tu nacimiento y a lo largo de tu infancia tienen efectos duraderos en tu Chakra Raíz debido a la mayor sensibilidad y vulnerabilidad que tienen los bebés y  los niños. Algunos eventos pueden tener efectos duraderos en tu sensación de seguridad.

Extración-Fuente: Mirta Contreras-Chakra Raíz
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Anatomía Energética-Introducción


¿Qué es un chakra?
“Chakras” es el nombre que se le da a los centros de energía, los cuales se verían como tornados  de diferentes colores, si pudieras verlos, que conecta tu espíritu único y verdadero al espíritu de  todo lo que existe. Te conecta a ti, el individuo, a la Energía y Fuerza Vital Universal que fluye eternamente a través del espacio-tiempo. Esta conexión nos perfecciona como seres vivos  conscientes. De esta manera, el cuerpo físico se conecta a los planos espirituales.

Imagen relacionada

¿Qué Es La Energía Vital?
La Energía Vital es la energía de vida y sanación presente en todos los seres vivos. Esta  energía de vida es conocida por muchas culturas con diferentes nombres: Chi, Prana, Pneuma, Ki,  Orgón, Maná, Ruach, Baraka, Energía Bioplasmática. La Energía Vital Universal  entra a nuestro cuerpo a través de nuestra Línea Hara o Cordón Dorado, y se conecta con cada uno de los chakras que se encuentran alineados  en la columna vertebral. Luego, este flujo de energía constante fluye a través de nosotros por nuestros sistemas de canales y meridianos energéticos, hasta que algo  interrumpe el proceso.


Los Chakras y la Energía
Los Chakras interactúan con el flujo de Energía Vital el cual es canalizado a través de nuestro Hara. La Energía Vital (Prana) que fluye hacia dentro de nosotros, los Chakras, el Hara y sistema de canales y meridianos conforman nuestro Cuerpo Energético o Doble Etérico.

Además de nuestro Cuerpo Energético o Doble Etérico, tenemos un Cuerpo Físico (compuesto por nuestros  órganos y sistemas físicos), nuestro Cuerpo Mental (formado por nuestros pensamientos) y nuestro Cuerpo Emocional (el cual tiene que ver con nuestros sentimientos y emociones).


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En nuestro inconsciente guardamos toda información, programas y patrones que configuran nuestra personalidad, que nos hace sentir merecedores o perdedores, amados o rechazados, seguros o inestables, entonces, me he propuesto realizar este manual para ahondar más en nuestro inconsciente, ver todas las partes que nos componen y cuál de ellas no pudimos desarrollar, integrar y llevarlo a un proceso de maduración para convertirnos en adultos auto-realizados, sin dependencias ni ataduras.

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Con la teoría y la práctica espero darte las herramientas que necesitas para encontrar lo que estás buscando y a la vez vayas conociéndote, quién eres realmente, cómo funcionas y cómo llegar a conectar con el Amor del cual todos venimos.

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La abundancia es energía que busca manifestarse a través de ti. Iniciar el camino hacia ella es ir integrando, sanado y liberando todo aquello que te ancla en el pasado o en el futuro, y por lo tanto, no te permite convertirte en su canal de manifestación.

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