El gran
aliado que tiene la magia oscura es el desconocimiento. El hecho de que la
gente no crea en su existencia hace que, en no pocas ocasiones, estos trabajos
acaben por destruir por completo o casi por completo a su víctima dependiendo
de la potencia del trabajo que le han realizado. Y bien sé lo que digo porque
muchas veces este tipo de trabajos oscuros pasan desapercibidos confundidos con
depresiones y rachas de mala suerte. Eso sí, debemos ser sumamente cuidadosos a
la hora de diferenciar una depresión o algún trastorno psicológico de un ataque
energético. Siempre aconsejo descartar estas causas antes de dictaminar que
hemos sido víctimas de un trabajo de magia negra. Debemos evitar caer en la
sugestión y he conocido personas que achacan a la magia negra cualquier
cuestión de índole negativa que le sucede.
Para colmo tenemos a la ciencia oficialista diciendo que
este tipo de cuestiones no son más que supercherías, propias de gente inculta y
carente de todo tipo de moral. Como siempre, aquellos que están en el poder nos
engañan, diciéndonos que lo invisible no existe cuando hablar de magia y
brujería darían para escribir no un libro sino muchos libros. ¿Acaso es eso
simple imaginación? ¿Tanta imaginación tenemos los brujos?
El origen de la Magia Negra ha tenido siempre su origen en
la envidia. La envidia es un estado mental en el que alguien siente dolor por
no poseer lo que tiene el otro. Es el apego a lo ajeno propio de gente que no
es capaz de crear y solo sabe competir. Es un estado de desconocimiento
absoluto y total sobre las más básicas leyes de funcionamiento del universo y
por supuesto, una declaración de inferioridad. El envidioso es malvado pues al
no tener talento, el único recurso al que puede recurrir es a hacer el mal a la
persona envidiada para destruirla. En su incapacidad para comprender el mundo
consideran que eliminando al otro, su angustia se aplacará.
Por esta razón acuden al lado oscuro de la brujería. Pagan
por hacer que alguien elimine al que ellos creen causante de sus desdichas y su
mal. Lo que no saben es que haciéndolo, se lo hacen a ellos mismos pues en este
planeta las deudas son cobradas siempre. Incluso el brujo más avezado, capaz de
protegerse de este tipo de cuestiones, más tarde o más temprano sufre las
consecuencias.
Fuente: http://www.brujeriadelcerco.com