El concepto de resonancia mórfica supone que el ADN de cada especie funciona como un sintonizador, recibiendo instrucciones del campo mórfico sobre el tipo correcto de energía y de componentes que le corresponden. Los científicos reconocen que la totalidad de los organismos biológicos están rodeados por un débil campo electromagnético, algo que realmente puede apreciarse en todos sus componentes, incluso en las más pequeñas estructuras atómicas.
En el modelo morfogenético, el campo mórfico manda información al hardware (soporte físico) del ADN para que sepa cómo tiene que interpretar las instrucciones. El campo sería el plano del proyecto.
En un artículo Rupert Sheldrake señala que si estás viendo la televisión no das por hecho que los puntos de color que forman las imágenes de la pantalla sean generados por los componentes del aparato. La manera en que realmente funcionan las cosas es que el televisor tiene un sintonizador que, al centrarse en una determinada frecuencia o canal, permite que tu dispositivo capte el programa y con él las imágenes. Si dañas los componentes del televisor, solo conseguirás interrumpir su capacidad de recibir el campo o la configuración de información que porta el campo electromagnético de la señal de emisión del programa.
Sheldrake explica que si cortas un imán, obtendrás una gran cantidad de pequeños imanes que generan sus propios campos magnéticos. Los campos vienen asociados a las propiedades de la vida, y cada órgano, tejido, célula y estructura tiene su propio campo asociado. Para Sheldrake el campo es aquello que determina lo que forman los órganos así como cualidades y características que manifiestan. Desde esta perspectiva tú tienes las características y el aspecto de tus padres no por tu ADN, que sería el hardware, sino porque te descargas tus rasgos biológicos del campo colectivo de la raza humana. Las características individuales y las particularidades de tu cuerpo/mente se derivan, al menos en parte, de los campos mórficos de tus padres.
Para él, los campos mórficos ejercen su influencia sobre todas las cosas, desde el crecimiento de las plantas hasta los flujos migratorios de las aves, pasando por lo que Carl Jung llama el inconsciente colectivo. Sheldrake asegura: "El sentido de los campos mórficos es que la naturaleza que conocemos es mutable y adaptable. Todo lo que influya o imponga una pauta sobre el azar puede ocasionar una influencia causal en la naturaleza sin violar ninguna de las leyes de la física.
Sheldrake sostiene que los sistemas de pensamiento pueden tener también sus propios campos mórficos. Señala que, después de todo, llamamos a las profesiones campos, el campo de la medicina, el campo de la física, etc.
Los sistemas de pensamiento, como las técnicas de sanación, representan una porción de un tipo especializado de campo mórfico. Cuanto más tiempo ha estado en uso una técnica y mayor número de practicantes tiene, más poderosa y efectiva se vuelve.
Cada sistema de sanación o escuela de pensamiento contiene un campo mórfico muy específico en su núcleo energético. Quienes están en consonancia con la conciencia de esa mente o energía de grupo tendrán un completo acceso al campo de información y al poder de ese sistema. Cuando realizas la técnica o el ritual de forma entusiasta, sin ningún tipo de reservas, te vuelves uno con esa porción única de realidad que ellos contemplaron y crearon. Si lo haces sin entusiasmo, no funcionará; tienes que encarnarlo.
Una vez que lo encarnas, quedas conectado a la red energética de ese campo mórfico, y actúas en concordancia con ella. En ese momento es cuando se dan esas sensaciones que parecen mágicas o milagrosas, porque estás conectado al inmenso banco de datos de energía universal; y en estas condiciones puede suceder cualquier cosa.
Fuente: Matrix Energetics