Cuando reconoces que el momento Presente es siempre lo que hay, y por lo tanto, es inevitable y puedes aceptarlo plenamente en tu interior, es entonces que ha desaparecido la resistencia interior, y es cuando empieza a surgir un estado de calma, disfrute, tu visión se aclara y el sentido a la vida reaparece, todo es original, fresco y luminoso.
Cuando no estás en tu Punto Cero es cuando te encuentras Polarizado, puedes darte cuenta porque aparecen con facilidad razones para estar molesto, irritado, dolido, triste o temeroso, cosas totalmente insignificantes que otros descartarían con una sonrisa o ni siquiera notarían, se convierten en la causa aparente de una intensa infelicidad.
Fácilmente vuelven a la vida las energías del pasado que fuiste acumulando, entonces esas energías se desplazan a la cabeza, y amplifican y dan sustento a las estructuras que configuran a los distintos Egrégor o Forma de Pensamientos Negativos.
Las energías del pasado y los Egrégores van siempre de la mano, se necesitan el uno al otro, cada suceso o situación desencadenante que se va presentando se interpreta y se reacciona a ello a a través de la pantalla de un Egrégor, es decir, se distorsiona por completo su importancia, miras el presente a través de las energías pasado que llevas dentro, en otras palabras, lo que ves y experimentas no está en la situación sino en ti, en algunos casos puede estar en la situación, pero tú la amplificas con tu reacción.
Esta reacción y esta amplificación es lo que el Egrégor desea y necesita, pues de este suceso se alimenta, alguien conectado a un Egrégor de traición o tristeza le resultará imposible salirse de su interpretación distorsionada, de esa historia tan emocional.
Cuanta más energía negativa haya en una historia más fuerte e impenetrable se vuelve, y así, la historia no se reconoce como tal, sino que se toma de acuerdo a la calidad y frecuencia de esas energías.
Cuando estás completamente atrapado en el flujo de pensamientos y en la emoción que configura al Egrégor no es posible salirse porque ni siquiera sabes que hay algo fuera, estás atrapado en tu propia película o sueño, atrapado en tu propio infierno, para ti es la realidad y no hay otra realidad posible. Desde tu punto de vista, tu reacción es la única reacción posible.