Se ha de tomar
consciencia que el siguiente ejercicio es un proceso de liberación para ambas
partes, es decir tú y la otra persona, en donde es necesario liberar y/o sanar
el vínculo que los une, para que cada cual pueda seguir la vida sin las
ataduras que los condicionan y privan de una relación auténtica y libre,
entonces:
1-En un estado de
relajación y tranquilidad, vas a traer a tu pantalla mental al progenitor con el
cual deseas sanar y liberar el vínculo.
2-Teniendo a tu
progenitor delante de ti vas a imaginar un lazo, cuerda o vínculo que los une,
y también vas a observar en qué parte del cuerpo está conectado el vínculo. Normalmente,
el progenitor del sexo opuesto está unido a su hijo por lo órganos sexuales, lo
que nos dice mucho al respecto de la relación entre ambos y nos muestra dónde
deberíamos trabajar si esperan a llegar a tener una buena relación de pareja.
3-Una vez
descubierto los amarres, vas percibir qué forma tiene, color, textura y tamaño.
4-Cuando ya
tienes la percepción de los amarres, vas a buscar cuál es la mejor herramienta
para cortarlos o separarlos (tijeras, cuchillos, espadas, rayos, fuego, etc).
5-Se sugiere que
el primer corte se haga a la mitad vínculo, y a continuación, se proceda a
eliminar cada extremo de la parte del cuerpo de la persona a la que está
adherido.
6-Una vez que se
han removido ambos extremos, si sugiere colocar la mano derecha (si la persona
es diestra), y en caso contrario la mano izquierda, sobre el sitio al que
estaba unido en ambos cuerpos, poniendo la otra mano para crear un campo de
fuerza. Entonces, pedimos que descienda una fuerza sanadora desde tu Yo
Superior hacia la herida que ha dejado el corte.
7-Luego, las
ligaduras de cada extremo se van amontonando a tus pies, y una vez que se han
removido, aplica para ti el mejor método para eliminarlas, previniendo con ello
que se vuelvan a activar y que continúe el patrón anterior (puedes quemarlo, disolverlo,
o pedir que sean transmutados).
8-Una vez que te
sientes satisfecha por el trabajo que acabas de realizar, vas a agradecer a tu
progenitor por darte la oportunidad de participar en esta encarnación, para
poder aprender todo aquello que te era necesario en esta vida.
9-Luego, vas a
pedirle perdón a tu progenitor y perdona a éste por cualquier daño que te haya
infligido, consciente o inconscientemente. Es esencial que este acto de perdón se
lleve a cabo como parte del proceso de llegar a quedar separado e íntegro. La
falta de perdón puede forjar de nuevo todas las ligaduras de manera negativa.
10-Finalmente,
se le pide al progenitor que abandone la escena y seguir adelante para vivir su
propia vida, liberado ahora de la tracción emocional constante del hijo.
11-Tomas una respiración profundo, agradece a tu Yo Superior y guías por el trabajo realizado.