Tus sueños están en tu corazón por algún motivo, y vamos a ver cuál es:
Tres preguntas que pueden cambiar tu vida:
1. ¿Mi estilo de vida actual le habla a mi corazón?
2. ¿Qué no es perfecto y podría serlo?
3. ¿En qué no aplico suficiente-acción que crea insatisfacción?
Tres tareas para la acción inmediata:
1) Escribe cuáles son tus valores, aquello que es importante para ti en este momento de tu vida. Ordénalos por prioridad, de mayor a menor importancia. A su lado, anota el porcentaje de tiempo y energía que les prestas. Durante esta jornada, aumenta tu compromiso con lo que es importante para ti.
2) Imagina que de pronto tu actual trabajo desaparece de la faz de la tierra y que ya nadie quiere eso que haces. Es el momento de volver a elegir. Ahora, escoge cinco nuevas profesiones que te resulten atractivas; y de entre ellas, una a la que te gustaría dedicar el resto de tu vida. No te preocupes en este momento de si posees las competencias o no.
3) Simplifica tu vida en todos los órdenes y reúne la energía y el tiempo que necesitarás para conseguir tus metas. Haz a un lado las actividades y las relaciones que no le «hablan» a tu corazón o disminuyen: tu poder personal tu energía y tu tiempo. Seguir allí donde tu corazón está ausente es una lastimosa pérdida de tiempo. Haz una lista con todo lo que vas a dejar atrás.
¿Qué harías durante el resto de tu vida si el resultado estuviera garantizado? ¿Qué es realmente importante para ti? Son dos preguntas con dos pre-suposiciones implícitas:
1. Hay algo para ti y es algo grande de verdad.
2. Estás decidido a descubrirlo y honrarlo.
Recuerda que cuando trabajas en tu sueño, en realidad estás manejando valores. Cuando identifiques los valores subyacentes de tu sueño, entenderás que el proceso de «tener» en realidad es «ser».
Para distinguir lo ordinario de lo extraordinario, deberías imaginar cada elección como si ya hubiera ocurrido y comprobar cómo te sientes con cada opción. Pruébate el futuro para saber cómo te sienta. Cierra los ojos y visualiza tu deseo como si fuera real ahora.
Entonces, no estás en lo que ama tu corazón. No estés donde no está tu corazón.
¿Qué harías durante el resto de tu vida si el resultado estuviera garantizado? ¿Qué es realmente importante para ti? Son dos preguntas con dos pre-suposiciones implícitas:
1. Hay algo para ti y es algo grande de verdad.
2. Estás decidido a descubrirlo y honrarlo.
Recuerda que cuando trabajas en tu sueño, en realidad estás manejando valores. Cuando identifiques los valores subyacentes de tu sueño, entenderás que el proceso de «tener» en realidad es «ser».
Para distinguir lo ordinario de lo extraordinario, deberías imaginar cada elección como si ya hubiera ocurrido y comprobar cómo te sientes con cada opción. Pruébate el futuro para saber cómo te sienta. Cierra los ojos y visualiza tu deseo como si fuera real ahora.
- Si disfrutas y no te cansa realizarlo.
- Si alegra tu vida como nada más lo hace.
- Si tu recompensa está en hacerlo
- Supone un esfuerzo agotador.
- Llegas a preguntarte cuál es su sentido.
- e cuestionas si vale la pena.
Entonces, no estás en lo que ama tu corazón. No estés donde no está tu corazón.
Una idea para resumir:
Acepta la insatisfacción como una señal de un cambio necesario, y no como un fastidio. Utilízala como combustible para mejorar la situación actual y transfórmala en el impulso creativo de la situación deseada. (Raimon Sanson)