La incidencia que el color produce en nuestros estados de ánimo, salud y hasta en los pensamientos ha sido objeto de estudio durante largos años por distintos científicos.
Se cree que la preferencia de un color sobre otro puede relacionarse con el efecto sutil que ese color le hace sentir al individuo. Esto podría explicar la tendencia de algunas personas a utilizar, -por ejemplo en su vestimenta- determinado tipo de colores y a rechazar otros.
El color es energía de luz visible, de cierta longitud de onda. Esta energía estimula todo nuestro cuerpo y no solo el sentido de la vista como algunas personas creen. Además, la energía del color estimula las glándulas pineal y pituitaria lo cual incide en la producción de ciertas hormonas las que a su vez tienen efecto sobre determinados procesos fisiológicos. Esta es una de las razones por las que el color tiene una influencia tan directa sobre pensamientos, estados anímicos y pautas de comportamiento. Asimismo, las investigaciones demostraron que ciertos colores estimulan la producción de hormonas y que otros la inhiben.
También se ha descubierto que el dolor y la depresión mejoran cuando se aplica luz intermitente de colores brillantes. Se cree además, que el cerebro tiene respuestas específicas a diferentes frecuencias de luz intermitentes y de distintos colores. La experimentación señala que los trastornos del sueño pueden ser curados en poco tiempo con el sistema de la luz intermitente, mientras que la alteración de los estados de ánimo lleva alrededor de una a dos semanas.
En la actualidad se utiliza la luz blanca de espectro completo para el tratamiento de anorexia, bulimia, insomnio, síndrome del jet lag, dependencia al alcohol y drogas, trastorno afectivo estacional o “depresión invernal” y para disminuir el uso de medicaciones en general.
Las claves para comprender cómo el color o la luz influyen en el organismo se relacionan con la investigación sobre el funcionamiento de la glándula pineal, considerada nuestro “reloj biológico” la cual regula una gran cantidad de ritmos del organismo.
Esta glándula produce dos hormonas bien diferenciadas: la melatonina, un elemento químico por el cual los animales y el hombre responden a la luz y sincronizan sus funciones corporales con las variaciones diurnas, lunares y estacionales. La otra hormona es la serotonina, un neurotransmisor muy importante para el funcionamiento cerebral y cuya acción (cuando existen desniveles) se relaciona con perturbaciones mentales graves como la esquizofrenia y estados alucinatorios.
La producción de serotonina se realiza durante el día, mientras que la de melatonina se incrementa cuando llega la noche y la oscuridad, por ello se favorece el sueño nocturno. Asimismo, la melatonina tiene un efecto generalmente depresivo. A la inversa, este se revierte cuando hay iluminación incluso artificial o durante el día, donde la producción de melatonina disminuye.
Se ha comprobado que los cambios en la producción de melatonina en respuesta a la luz pueden influir a cualquier célula del cuerpo y que, muy especialmente los procesos reproductivos, son altamente sensibles a estas variaciones.
Los cromoterapeutas afirman que los colores tienen vibraciones con propiedades curativas. La incorporación de estas vibraciones puede ser usada para estimular los poderes naturales de recuperación y sanación del organismo, así como para mantener la salud y el bienestar.
En el espectro de luz visible (arco iris) hay siete colores “naturales”. Cada color vibra en su propia frecuencia. Asimismo, cada color se corresponde con uno de los siete chakras principales y estos a su vez están asociados a un órgano y/o glándula del cuerpo físico. Los rayos de colores pueden formar parte del espectro visible o invisible al ojo humano, pero aún así, ejercen su influencia.
En realidad la influencia del color se extiende a toda la naturaleza y a los fenómenos de la vida, no solo al hombre. Por ello, aunque no conozcamos nada sobre sus propiedades e influencia, todos estamos expuestos de una forma u otra a la acción del color. Más aún, se relaciona con todos los ámbitos de nuestra vida: elegimos el color de la ropa que compramos, del auto que conducimos, de los muebles que utilizamos, pintamos las paredes de un color determinado, etc.