martes, 12 de marzo de 2019

El Éxito y la Derrota



Estamos vivos y por el solo hecho de estarlos merecemos ser felices y la felicidad no consiste en lograr cosas. Las personas felices son personas que han alcanzado el éxito y para alcanzar el éxito tenemos que saber lo qué es el éxito.

Si sientes que no eres una persona exitosa y quieres alcanzar el éxito entonces, vamos a ver qué es el éxito: El éxito no tiene nada que ver con la fama, no tiene nada que ver con el dinero, no tiene nada que ver con la profesión a la que te dedicas, no tiene nada que ver con la familia de origen, ni con el físico que tienes.

El éxito actualmente se confunde con la fama, las personas que son famosas no significa que sean exitosas, la fama tiene que ver con un reconocimiento social a tu personaje, y que normalmente con la fama puedes conseguir algún dinero.

Pero el éxito es algo mucho más simple, la fama no, ya que tienes que mantenerla, porque lo difícil no es llegar sino mantenerte ahí. El éxito no tienes que mantenerlo, es un estado de consciencia. Es decir, solo tienes que estar consciente de él instante a instante.

Para empezar a acercarnos al éxito lo primero que tenemos que tener es un compromiso con nosotros mismos, el éxito jamás es un objetivo como lo es la fama o querer ganar más dinero. El éxito es un propósito, es la energía que te inyectas para seguir dando pasos en tu camino. Tiene que ver con la realización, es elevar tu condición humana a tu condición divina. El éxito es igual a realización.

Para realizarte tienes que estar cumpliendo la misión de tu vida, tienes que encontrarte en una coherencia que te permita vivir en paz con lo que haces y desde donde lo haces, es decir, cuando estás haciendo lo mejor que puedes hacer en cada instante y estés como estés, estés donde estés y puedas con toda sinceridad saber para qué lo estás haciendo, es cuando puedes sentir que tu vida tiene un sentido y más allá del reporte que te da lo que estás haciendo, obtienes ya una devolución instantánea que es la gratificación. La gratificación del éxito es hacer lo que en verdad disfruto haciendo y disfrutar lo que estoy haciendo.

Cuando estamos en el camino del éxito es importante mantener esa coherencia, ya que en el momento que entramos en incoherencia, entramos en luchas internas, éstas luchas nos llevan al ausencia de paz, ésta ausencia de paz nos aleja de la felicidad y terminamos confundidos. Cuantas más luchas internas tenemos, mayor espacio tenemos para las energías de la duda y el miedo, y cuanto más dudas tenemos menos corazón, más desconexión, menos certeza, menos éxito, etc.

Cuando estamos en incoherencias nuestro cuerpo empieza a lanzarnos mensajes de “por aquí no vas bien” y nuestra mente entra en una mayor confusión y nos hace sentir incómodos, logrando activar una serie de mecanismos en donde entramos en ansiedad porque en el fondo no nos podemos engañar por mucho que lo intentemos, empezamos a sentir que estamos yendo en contra de nosotros mismos. Dejamos de hacer lo que si tenemos que hacer, empezamos a padecer haciendo lo que estamos haciendo y todo nos parece un duro paso hacia ninguna parte, y lo malo no es caminar, lo malo es pensar que estás caminando y que no estás moviéndote del sitio.

Es importante también ver cuales son los mecanismos del fracaso para intentar acercarnos cuanto más al éxito.

“La forma más sencilla de derrotar a tu enemigo es hacerle pensar que ya está derrotado”. Es esto a un nivel inconsciente lo que nos hacemos a nosotros mismos.
Cuando nos ponemos propósitos con los cuales no estamos comprometidos o alineados, lo fácil es que no lo cumplamos logrando así el fracaso y la frustración.
No fijes objetivos que no son alcanzables desde tu lugar presente.

No hay cosas imposibles pero si hay cosas improbables. No te centres en lo improbable, céntrate en lo posible y probable. Cuando vas logrando las cosas que son probables tú ámbito de posibilidad va creciendo y es cuando puedes ponerte el siguiente objetivo más lejano.

Desde nuestro inconsciente familiar tenemos una huella del “fracaso”. Evalúa tú objetivo desde dónde y para qué lo quieres hacer, ya que tenemos programas inconscientes que nos llevan a definir ese objetivo, donde luego entramos en un bucle del cual no podemos salir, generando una carga que luego la vamos sintiendo como fracaso y frustración y generamos una costra de “no puedo hacerlo o no soy capaz”.

El compromiso contigo mismo que luego lo haces extensivo con tu decisión consciente a una empresa, una pareja, una familia, etc. Pero sin tú no estás comprometido contigo mismo a ser lo mejor que puedes ser a cada instante, a estar atento a qué corresponde ahora, a hacer lo que realmente quieres hacer, manteniendo la lealtad a ti mismo y no en lo que te dicen o esperan. Y si tú no estás contigo mismo en cada momento, cuidándote, amándote, observándote, conociéndote y empujándote a dar el siguiente paso, no hay camino para el éxito.

El éxito es igual de sencillo o complicado que el fracaso. Si quieres alcanzar el éxito en un día “Fracaso”, porque el éxito no se da en un día, el éxito es una sensación interna y va acompañado de abundancia, cuando tú vibras en éxito se te acercan personas que vibran en éxito, se te abren vías para que descubras caminos para seguir manifestándote, seguir realizándote, seguir acercándote más a ti, a tu hogar, tu corazón, a tu esencia.

Saca todo centramiento en lo que tienes que conseguir y mirar lo que ya has conseguido, porque enfocándote en lo que perdiste y en lo que tienes que conseguir, dejas de disfrutar lo que si hay. Centra tu atención en lo que ya hay porque ellos son los pilares para que sigas caminando hacia ti, hacia tu éxito.

Si un día te alejas del compromiso que hayas asumido contigo mismo no te culpes ni trates mal, es mirar desde dónde te has caído y luego volver a levantarse. Y si te has equivocado en cómo has elegido el compromiso reubícate, no pasa nada, el sabio cambia de opinión el necio es el que se queda en solo una razón y no se deja mover de ahí. La vida es movimiento y solo cuando te estás moviendo puedes estar en avance.

Todos podemos alcanzar el éxito, todos somos seres con derecho a un éxito pleno, siempre y cuando nos enfoquemos en el compromiso y desde el amor a Ser en cada instante y dejemos de luchar contra las ideas del fracaso y dejemos de manifestar esas lealtades a nosotros y esas inercias que nos llevan a hacer cosas que no nos sientan bien y dejando de hacer cosas que sí nos sientan bien.
Busca un momento de cada día para regalarte de ti, para estar contigo y conocer esa parte de ti que está esperando despertar.

Para generar una memoria activa para recordar que estás, que eres y mereces la pena que puedes y que no sea todo un esfuerzo y una lucha que al final genera centrarte en lo externo buscando los objetivos que hacen más grande tu vacío y ampliar el espectro de la frustración y el fracaso. (Virginia Blanes)

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lunes, 11 de marzo de 2019

Meditación de los Corazones Gemelos


Consiste en una técnica avanzada de meditación que a través de la activación de 2 centros energéticos, el corazón y la corona (por ello su nombre de corazones gemelos) ayuda a alcanzar iluminación o conciencia universal. Esta forma de meditación es también una meditación de servicio, puesto que canaliza energía para hacer una bendición amorosa del planeta tierra y esta canalización es una forma de activación de los centros energéticos que se constituye en una poderosa herramienta de desarrollo espiritual.

La práctica regular de una meditación de este tipo desarrolla dichos centros energéticos al tiempo que al descender gran cantidad de energía ayuda también a desarrollar en forma armónica la energía total de la persona. Cuando se practica regularmente, las personas encuentran equilibrio físico, emocional y mental y describen experiencias que van desde la calma interior y una sensación de paz, al aumento de las habilidades de canalización y sensibilidad frente a la energía. Cuando los Centros del Corazón y la Corona, se encuentran suficientemente activados y desarrollados permiten que fluya una gran cantidad de energía Divina y puede llegar a  experimentarse Amor Divino y Unidad con todo.





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domingo, 10 de marzo de 2019

El Miedo - Integración



Tenemos miedo a todo, al sexo, a nuestros malos pensamientos, al qué dirán, a ser uno mismo, a todo le tenemos miedo y ahí nos quedamos.

Cuando somos bebes, niños, nos enseñan que el límite es el miedo, hasta la misma naturaleza nos los enseña. Tienes algo llamado miedo dentro de ti que cuando está acorde al peligro que tienes en frente te hace alejarte, ya sea para no quemarte o no caerte de algún precipicio, pero cuando lo que te amenaza no está en proporción a lo que sientes “TE FRENA”, y es que así nos enseñaron, la naturaleza tiene esos programas dentro de ti, pero luego vinieron nuestros padres, la educación, la sociedad, el estado, la iglesia y todo lo que conoces a enseñarte dónde TERMINAS porque sino no puedes funcionar como todos funcionan en sociedad, sentido de pertenencia.

Así que llega el miedo y te limita y cuando sientes miedo corres de ahí y te regresas a donde estabas y por eso te quedas con la vida que tienes, “la vida que te tocó vivir está antes del miedo. La vida que eliges vivir está después del miedo”.

Nunca se quita el miedo, quieres crecer, expandirte, sentir amor, está después del miedo, y tienes que aprender a cruzarlo, el miedo es una forma pasiva del enojo, pero tienes que aprender a reconocerlo, quieres salir del miedo “enójate” y cuando estés enojado pregúntate ¿qué te da miedo?, vas a sentir que ambos estados están conectados.

Entiende que sin miedo no puedes vivir, sin miedo puede morir, es un programa que te protege para poder vivir pero no para SOBREVIVIR.

Proceso de integración:
Ahora, en vez de decir tengo miedo, “vas a decir soy miedo”, solo dale tú atención a las sensaciones que vengan, dale la importancia que te está demandando en estos momentos, entonces ya no sientes miedo sino que eres el miedo, y cuando atravieses éste estado de miedo, vas a ir más profundo, para encontrar la necesidad o deseo que subyace tras ese miedo.

Sientes miedo porque deseas o porque posees. Cada vez que deseas tienes miedo de no alcanzarlo o, cada vez que posees tienes miedo de perderlo. El aquí y el ahora es lo que te saca del miedo. Intégralo hasta que su intensidad haya desaparecido.

La Actitud:
Renuncia a ser, a tener, a llegar, a las opiniones de los demás, renuncia a todo control, “RENUNCIA, SUELTA”.

Tienes más miedo a perder la vida que hoy tienes o no alcanzar la vida que sueñas.

Cada vez que tengas miedo, deja que venga, no lo reprimas, ni hagas como que no está. Si tienes miedo déjalo que entre, que te abrase, que envuelva cada célula de tu cuerpo, fluye con él, cae en sus profundidades y encuentra el deseo o posesión que buscas y renuncia a todo lo que deseas y esto te mantendrá en el aquí y ahora. Renuncia a todo lo que posees porque si no lo tienes puedes saber quien eres.

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sábado, 9 de marzo de 2019

Sistema de Control - Carlos Castaneda


Obra de Carlos Castaneda: Tenemos un predador que vino desde las profundidades del cosmos y tomó control sobre nuestras vidas. Los seres humanos son sus prisioneros. El predador es nuestro amo y señor. Nos ha vuelto dóciles, indefensos. Si queremos protestar, suprime nuestras protestas. Si queremos actuar independientemente, nos ordena que no lo hagamos. Estaba ya muy oscuro a nuestro alrededor, y eso parecía impedir cualquier expresión de mi parte. Si hubiera sido de día, me hubiera reído a carcajadas. En la oscuridad, me sentía bastante inhibido. -Hay una negrura que nos rodea -dijo don Juan-, pero si miras por el rabillo del ojo, verás todavía las fugaces sombras saltando a tu alrededor...

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domingo, 3 de marzo de 2019

Propiedades, leyes y efectos del Pensamiento



Explicamos en el artículo anterior que el Aura es proyectada hacia el espacio por los diversos principios del hombre, tal como la luz del Sol, el calor de una estufa, el perfume una flor, etc. Cada una de estas fuentes emite vibraciones que llamamos luz, calor u olor respectivamente y, en cierto sentido, estas emanaciones son diminutas partículas del objeto que las emite. En conexión con esto, debemos recordar también que el objeto que proyecta las emanaciones puede retirarse, pero las emanaciones todavía permanecen durante un tiempo mayor o menor. Por ejemplo, la astronomía enseña que una estrella distante puede ser destruida, y todavía los rayos de luz que emitió continuarán su viaje, y pueden ser vistos por nosotros en la Tierra muchos años después de que la propia estrella ha desaparecido — de hecho, lo que nosotros realmente vemos en cualquier momento es la luz de la estrella que partió hace muchos años, dependiendo el tiempo, por supuesto, de la distancia entre esa estrella y la Tierra. De la misma forma, el fuego de una estufa puede extinguirse, y el calor todavía permanecerá en el cuarto durante mucho tiempo.

En la misma forma, pueden estar en existencia activa pensamientos emitidos hace años por alguna persona cuya índole mental puede haber cambiado o que, de hecho, hasta puede haber abandonado su cuerpo hace mucho tiempo. Con frecuencia, lugares y espacios son permeados por el pensamiento de las personas que anteriormente vivieron allí y que se han marchado o muerto hace muchos años.

Continuamente la mente está proyectando emanaciones, que pueden verse tal como el Aura, extendiéndose a unos cuantos centímetros de la persona y que, normalmente, se hacen más delgadas y menos fáciles de percibir a medida que se alejan del emisor. Nosotros estamos enviando constantemente ondas de pensamiento (para utilizar un término favorito), y estas ondas, después de que se agota la fuerza inicial de proyección, flotan como nubes, mezclándose con otras ondas de pensamiento del mismo carácter, extendiéndose a menudo hasta partes lejanas de la Tierra. Algunas de las emanaciones del pensamiento permanecen alrededor del lugar desde donde fueron enviadas y, a menos que sean perturbadas por pensamientos fuertes de naturaleza contraria, permanecerán durante muchos años con apenas ligeros cambios. Otros pensamientos, enviados con un propósito definido o bajo un fuerte deseo, emoción, o pasión, irán rápidamente hacia el objetivo al que fueron dirigidos.

La mayoría de las personas pone muy poca fuerza en su pensamiento, de hecho, para ellas pensar se convierte casi en un proceso mecánico, y por consiguiente, a sus ondas de pensamiento se les ha impartido un  movimiento muy débil y no viajan muy lejos, a menos que sean dirigidas por alguna otra persona de pensamiento similar que las atrae.

Los “Pensamientos son Cosas”, fuera de todo sentido figurado o de manera fantasiosa, sino como una verdad literal. El pensamiento es tanto una “cosa” como lo son la luz, el calor, la electricidad, u otras formas similares de manifestaciones. El pensamiento puede ser visto por la vista psíquica, puede ser percibido por el sensitivo y, si existieran los instrumentos apropiados, podría ser pesado. El pensamiento, después de que es enviado, tiene una apariencia nebulosa, con el color correspondiente, tal como se describe en nuestra lección sobre el Aura. Es como un vapor ligero (variando el grado de densidad), y es tan real como el aire que nos rodea, o el vapor de agua, o los numerosos gases que conocemos. Y tiene poder, así como lo tienen todas estas formas de vapor que acabamos de mencionar.

Cuando un pensamiento se envía con fuerza, normalmente lleva consigo una cierta cantidad de prana que le da poder y fuerza adicionales, y a menudo produce efectos sorprendentes. En ciertos casos el prana prácticamente lo “vivifica”, y lo convierte casi en una fuerza viviente.

Puede ser necesario para ustedes fijar este hecho en sus mentes, imaginándose a la mente enviando emanaciones de pensamiento. Algunos encuentran que la imagen de arrojar ondas de luz es una manera fácil de fijar la idea en sus mentes. Otros prefieren la imagen del calor emanado por una estufa. Otros encuentran más fácil pensar en una flor despidiendo un perfume fuerte. Y otro puede ser en pensar en las emanaciones del pensamiento como semejantes al vapor despedido por una tetera hirviente. Elija su opción o invente imágenes propias, pero de alguna manera fije la idea en su mente. Es mucho más fácil trabajar con estas cosas mediante una ilustración material que intentar llevar en la mente una idea abstracta.

Mientras que, por regla general, el poder de cierto tipo de pensamientos depende de la fuerza con que se ha proyectado, hay otro elemento de fuerza que permite a los pensamientos manifestar poder. Nos referimos a la   tendencia del pensamiento de atraer hacia sí a otros pensamientos de naturaleza similar para, de esa manera, combinar fuerzas. El pensamiento de cualquier género no sólo tiende a atraer hacia el pensador los pensamientos correspondientes, extraídos desde la atmósfera de pensamientos dentro de su campo de atracción, sino que tienen una tendencia a reunirse para fundirse y mezclarse.

La atmósfera de pensamiento promedio de una comunidad es la combinación de los pensamientos de las personas que forman esa comunidad. Los lugares, así como las personas, tienen sus peculiaridades, sus características, sus puntos fuertes y débiles y su atmósfera prevaleciente. Este hecho está claro a todos aquellos que han pensado algo sobre estas líneas, aunque normalmente el tema se despacha sin ningún intento de explicación. Pero, debe quedar claro que el propio lugar no es una entidad, y que estas características no son inherentes a él, por lo cual deben tener alguna causa u origen. El ocultista sabe que esta atmósfera de pensamiento de una aldea, pueblo, ciudad, o nación es el pensamiento compuesto de aquellos que viven o han vivido previamente allí.

Extraños que entran en la comunidad perciben sobre ellos el cambio atmosférico y, a menos que lo encuentren en armonía con su propia disposición mental, se sienten incómodos y desean abandonar el lugar. Si  uno, que no entienda las leyes que operan en el mundo del pensamiento, permanece largo tiempo en un lugar, muy probablemente será influenciado por la atmósfera de pensamiento prevaleciente y, a pesar suyo, empezará a manifestarse en él un cambio y se hundirá o se elevará hasta el nivel de pensamiento prevaleciente.

En la misma forma las residencias, lugares de negocio, edificios, etc., adquieren el pensamiento predominante de aquellos que los habitan o los han habitado. Algunos lugares son notoriamente “desafortunados” y, aunque esta condición puede ser revertida por un hombre o mujer de pensamiento fuerte, la persona promedio es afectada por él. Algunas casas llevan consigo una atmósfera de luz, camaradería, y buen ánimo, mientras que otras son frías y repelentes. Un lugar de trabajo es muy apropiado para reflejar el pensamiento dominante entre aquellos que dirigen la empresa o que han manejado sus asuntos. Ciertas tiendas inspiran confianza a los clientes, mientras que otras hacen que uno mantenga bien sujeta la cartera y un ojo avizor sobre los empleados.

Lo mismo sucede con los individuos. Algunos llevan consigo una atmósfera de alegría, luminosidad y valor, mientras que otros traen a la habitación un sentimiento de desarmonía, desconfianza, e inquietud.   Muchos actúan como “mata-alegrías” y como desalentadores del entusiasmo y la libre expresión. Podrían citarse centenares de casos para ilustrar este hecho, pero el estudiante puede aportarlos de su propia experiencia y observación.

Las diversas ondas de pensamiento emitidas por las personas atraen y son atraídas por pensamientos de un carácter similar, y forman estratos de pensamiento en el espacio astral, así como las nubes forman grupos en la atmósfera. Esto no significa que cada estrato de pensamiento ocupe una cierta porción del espacio con exclusión de todas las demás nubes de pensamiento, por el contrario, estas partículas del pensamiento que forman las nubes tienen diferentes grados de vibración, y el mismo espacio puede llenarse con la materia de mil tipos de pensamiento, que pasan libremente y se interpenetran, sin interferir unas con otras, pero que no se asimilan excepto con aquellos pensamientos de carácter similar, aunque en algunos casos puedan formarse combinaciones temporales. No podemos entrar en detalles respecto a esto en esta lección, y apenas deseamos darle al estudiante una idea general del asunto, con la cual pueda contar de vez en cuando.

Cada individuo atrae hacia sí los pensamientos que corresponden a los producidos por su propia mente y, por supuesto, es influenciado a su vez por estos pensamientos que atrae. Es un caso de agregar combustible al fuego. Deje a alguien albergar pensamientos de malicia u odio durante cualquier período de tiempo, y se horrorizará ante el vil diluvio de pensamientos que entran a raudales en su mente. Y cuanto más persista en ese estado mental, cosas peores anidarán allí. Está convirtiéndose en un centro para pensamientos de ese tipo. Y si persiste hasta que se vuelva habitual en él, atraerá las circunstancias y condiciones que le den oportunidad de convertir esos pensamientos en acciones. Un estado mental no sólo atrae pensamientos similares a él, sino que conduce al pensador hacia circunstancias y condiciones calculadas para permitirle hacer uso de los pensamientos e inclinaciones que ha estado albergando. Permita a la mente hacer hincapié en las pasiones animales, y toda su naturaleza parecerá conspirar para conducirlo hasta una posición en la cual estas pasiones puedan ser satisfechas.

Por otra parte, créese el hábito de cultivar pensamientos elevados y buenos, y con el tiempo será inducido hacia condiciones en armonía con el hábito de pensamiento, y también atraerá otros pensamientos que pronto se fundirán con los propios. Esto no solamente es verdadero, sino que cada persona atraerá hacia sí a otras personas de pensamientos similares, y a su vez será atraída por ellos. Nosotros realmente creamos nuestro propio ambiente y compañía por medio de nuestros pensamientos de ayer o de hoy. Los pensamientos de ayer nos influencian en mayor o menor medida, pero el pensamiento de hoy gradualmente suplantará y expulsará los pensamientos desechados del pasado si queremos que así sea.

El pensamiento cargado con prana evidenciaba una fuerza mucho más fuerte que el pensamiento ordinario. De hecho, todo pensamiento positivo se emite cargado con más o menos prana. El hombre de voluntad fuerte que emite inconscientemente un vigoroso pensamiento positivo (o conscientemente si tiene conocimientos sobre el asunto) envía junto con él una provisión de prana proporcionada a la fuerza con la cual el pensamiento fue emitido. Con frecuencia tales pensamientos, en vez de bogar lentamente como una emisión ordinaria de pensamiento, son enviados como una bala al blanco. Algunos oradores han adquirido este arte, y uno puede sentir claramente el impacto del pensamiento detrás de sus expresiones. Un pensador fuerte y vigoroso, cuyo pensamiento está fuertemente cargado con prana, a menudo crea lo que se conoce como Formas de Pensamiento, es decir, pensamientos que poseen tal vitalidad que casi se convierten en fuerzas vivientes. Cuando estas formas de pensamiento entran en la atmósfera psíquica de uno, poseen casi el mismo poder que tendría la persona que los emite si estuviera presente, enviando su pensamiento hacia ustedes en una verdadera conversación. Aquellos avanzados en el desarrollo oculto frecuentemente envían formas de pensamiento para socorrer y ayudar a sus prójimos en el dolor o necesidad, y muchos de nosotros hemos experimentado el efecto de pensamientos sanos enviados de esta manera, mientras ni nos imaginamos la causa del cambio de sentimiento que se operó en nosotros, trayendo consigo la conciencia de fuerza renovada y coraje.

Nuestros deseos fuertes crean formas de pensamiento que actúan para la satisfacción de esos deseos, ya sean éstos buenos o malos. Nosotros dirigimos las cosas hacia nosotros y somos arrastrados hacia ellas por estas formas de pensamiento. Éstas se convierten en poderosos auxiliares, y nunca duermen en su trabajo.

Seamos cuidadosos en cómo los emitimos. No envíes fuertes deseos de pensamiento a menos que cuentes con la aprobación de tu Yo Superior, de otra manera cargarás con las consecuencias que se deriven de él, y sufrirás mucho aprendiendo la lección de que no deben usarse los poderes psíquicos para fines indignos. Serás castigado por las cosas, no a causa de ellas. Por encima de todo, jamás y bajo ninguna circunstancia, envíes fuertes pensamientos con el deseo de dañar a otro, porque de tal acto no hay sino una consecuencia y la experiencia demostrará que es una amarga lección.
Generalmente esa persona es colgada en el patíbulo que construyó para otros. Un mal pensamiento proyectado contra una mente pura rebotará enseguida hacia el remitente que recibirá la fuerza del impacto.

Un pensamiento no expresado, emitido originalmente con una considerable fuerza de deseo, busca constantemente expresión y salida, y es fácilmente atraído hacia la mente de alguien que lo traduzca en acción. Es decir, que si un pensador ingenioso desarrolla ideas que él no tiene la energía o habilidad de convertir en acción o de aprovechar, los fuertes pensamientos que emite sobre el asunto, buscarán durante años a otras mentes como cauce de expresión; y, cuando esos pensamientos sean atraídos por un hombre con suficiente energía como para manifestarlos, entrarán a raudales en su mente como un diluvio hasta que parezca estar inspirado. El mundo astral está lleno de excelentes pensamientos no expresados que esperan por alguien que los concrete y los utilice.

De la misma manera uno puede atraer hacia sí pensamientos fuertes, de auxilio, que le ayuden a superar accesos de depresión y desaliento. Hay una inmensa cantidad de energía acumulada en el mundo del pensamiento, y cualquiera que lo requiera puede atraer la que necesite. Simplemente es una cuestión de pedir. La provisión mundial de pensamiento es tuya — ¿Por  qué no usarla?
(14 Lecciones Yogui).
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Entidades Pensamientos-Estructuras de Control




Hackeando la Matrix:

Cuanto más te pegas a tus deseos y a tus pretensiones, más poderoso es el imán que atrae todo lo opuesto. Lo que literalmente sucede es que has tomado al mundo por el cuello y el mundo se resiste, tratando de liberarse. Empujarle e insistir, no tiene sentido, la situación sólo empeorará. En vez de eso tienes que cambiar conscientemente tu actitud hacia la situación. Una vez sueltas tu agarre y dejas de “tomar al mundo por el cuello”, el mundo inmediatamente empieza a comportarse amistosa y obedientemente.

¿Y por qué están las partes opuestas constantemente luchando?
A primera vista, debería ser al contrario: enfrentarse, extinguirse una a otra y asentarse... Pero no, los opuestos “se molestarán” uno a otro, hasta que empiecen a “luchar”, y si nadie los separa esto continuará para siempre.

Sucede lo siguiente: si eres molestado por algo, tus nervios se tensan, al menos hasta cierto punto. Como si en relación a eso, una araña aparece y empieza a saltar y a trepar, tensando así tus nervios aún más. Tú estás agobiado y la araña sigue saltando más y más. Hay muchas maneras de aumentar la tensión. Supongamos que estás apresurado para llegar a alguna parte y tienes miedo de que pudieras llegar tarde. Desde ese momento todo funciona en tu contra. La gente se pondrá en tu camino y caminará más lento y tú no serás capaz de adelantarlos. Tienes que salir por la puerta lo más pronto posible, y frente a ella hay toda una gran fila de gente indolente que apenas anda. Eso sucede con los coches en la calle. Como si todo el mundo hubiera conspirado contra ti.

Y este empuje externo se hace más intenso cuanta más tensión acumulas. Cuanto más fuerte es, más activamente los demás te fastidian. Pero hay algo interesante: no se comportan de ese modo deliberadamente. Ni siquiera piensan en ello, que están molestando a alguien. ¿Cuál es la razón para tal comportamiento? En la mayoría de los casos la gente es llevada por motivos inconscientes. Pero lo sorprendente no consiste en eso, sino en la fuerza motriz que está formando los motivos inconscientes, y la cual no está dentro de la psique humana sino fuera de ella. Esa fuerza consiste en las invisibles pero reales entidades informacionales energéticas creadas por la energía mental de los seres vivos, los péndulos. Los péndulos siempre aparecen donde pueden alimentarse de la energía de los conflictos.

No deberíamos suponer que estas entidades son capaces de tramar algo y realizar un intento consciente. Los péndulos pueden sentir la polarización como una no homogeneidad del campo energético y se esfuerzan por adherirse ahí. Pero eso no es lo alarmante. Lo terrible es que no simplemente absorben la energía del conflicto, sino que de algún modo hacen que la gente se comporte de tal modo como para dar más energía. Los péndulos hacen eso, así que tienen una abundancia de energía. Tiran de la gente con cuerdas invisibles y la gente obedece como marionetas. Para ellos la clara conciencia humana es inaccesible, pero eso no es necesario, todo lo que requieren es el subconsciente. Habitualmente toda la gente está dormida en la vida real. Uno hace un montón de cosas automáticamente, sin pensar.

El nivel de consciencia es especialmente bajo cuando una persona está en casa o en una multitud. En un entorno doméstico, la necesidad de un autocontrol aumentado no es alta, por eso uno se relaja y casi dormita. En un círculo externo pero estrecho de conversación, al contrario, la consciencia es la más activa y está ocupada con el autocontrol. Mientras en una gran reunión pública, las acciones de la persona otra vez se hacen espontáneas, y también caen en una fuerte correlación con el impulso general de la masa. A fin de demostrar el funcionamiento del péndulo, tomemos el ejemplo más sencillo, un transeúnte que tú quieres adelantar. Cuando tú decides ir por la izquierda, él hace un movimiento espontáneo hacia la izquierda, como si deliberadamente se pusiera en tu camino. Tú tratas de ir hacia la derecha, y él inconscientemente va en la misma dirección. ¿Qué hace que el transeúnte cambie de dirección? Él no te ve, ni se preocupa de que tú quieras adelantarlo ¿Quizás de algún modo siente con su espalda que te estás acercando e instintivamente no quiere dejar que su “competidor” siga adelante? A primera vista esta es la explicación y sin embargo no es así. Si estamos hablando de instintos, en la naturaleza la rivalidad siempre ocurre cuando las partes opuestas se enfrentan una a la otra.

Una persona anda sin pensar dónde pisa, de modo que pueda moverse hacia delante. En esa relación uno está dormido, por eso la línea de los pasos de uno de vez en cuando cambia a un lado o al otro. La motivación, es decir la elección de la dirección, está situada en el subconsciente que en este momento no está controlado... y está potencialmente abierto al péndulo.

Tú apareces y tratas de adelantarlo. De hecho eso es un conflicto, aunque sea menor. A fin de aumentarlo, el péndulo hace que el transeúnte haga un cambio inconsciente a fin de ponerse en el camino y agudizar la situación.

Al mismo tiempo, él no hace eso a propósito, porque no tiene un intento consciente. Y de nuevo, inconscientemente, las fuerzas equilibrantes hacen su trabajo. Una vez más resaltamos esto: se trata de procesos cuyo mecanismo normalmente no está claro, y no hablamos de comportamiento consciente. Sólo estamos marcando las distintas manifestaciones y leyes de la naturaleza del mundo informacional energético. No tiene objeto discutir cómo el péndulo funciona en una situación dada, de dónde viene, o cómo se las arregla para hacer eso y lo que realmente está ocurriendo ahí, a un nivel energético.

Lo único que importa es una conclusión básica: si las fuerzas equilibrantes enfrentan a los opuestos, los péndulos hacen todo para aumentar la energía del conflicto que ha surgido. Esa es la ley del péndulo. Las interminables batallas de los péndulos, ya sean escándalos familiares o conflictos armados, todas están sucediendo de acuerdo con esta ley. Cuando un enfrentamiento emerge, los acontecimientos se desarrollarán hasta la agudización del conflicto, no importa lo que suceda, incluyendo los temporales y 'decorativos' tratados de paz. Donde la ley del péndulo está funcionando, el sentido común no está disponible. Por eso las acciones de la persona individual, así como de países enteros a menudo no encajan dentro del marco del sentido común. En una situación conflictiva, las motivaciones humanas están bajo el control del péndulo.

El resultado es un extraño efecto: tú percibes tus acciones pasadas como un sueño, “¿Qué estaba yo pensando? ¿Por qué hice eso?” Porque la persona actuó sin darse cuenta de ello. Apenas después, cuando la consciencia no está ya bajo la influencia externa, él evalúa adecuadamente lo que sucedió. Las parejas discuten y se separan, porque están convencidos de que son incompatibles. Pero ellos tuvieron momentos felices, cuando todo era simplemente magnífico. Y de pronto, una persona cambia y empieza a comportarse de un modo hostil. Esto no corresponde en absoluto con su comportamiento anterior. ¿Suena familiar, no? En realidad, la razón no es que una u otra persona haya cambiado. Uno puede comportarse de manera inaceptable para la pareja, porque así es como el péndulo le hace actuar. Regula la motivación subconsciente de la gente oponiéndolos uno a otro. Y ese control es orientado a aumentar la energía del conflicto. La gente no puede darse cuenta de que son obligados a enfrentarse con los demás. La gente puede actuar de una manera absolutamente ilógica e inadecuada.

Este efecto es particularmente claro en caso de crímenes inexplicablemente crueles. Después cuando el sujeto está en el juicio, mientras recuerda sus acciones pasadas con estupor: “Era como si mi consciencia estuviera en una niebla.” Y no miente, fue realmente de ese modo. Para el criminal mismo lo que es completamente inesperado es que él percibe su acto como un sueño terrorífico. El sueño se hace particularmente fuerte si la atención cae bajo el aro de la obsesión. En sociedades específicas, como en el ejército, en un grupo o una secta, se crea un entorno con estereotipos definidos de comportamiento y pensamiento. Eso hace que el subconsciente esté “dormido” y completamente abierto al efecto zombi del péndulo. Entonces podrían suceder cosas, que si se miran desde fuera, parecen absolutamente desquiciadas.

La fuente universal del “mal” - los péndulos. Cuando lo observamos por un tiempo, se vuelve absolutamente claro: cualquier cosa que hagas en cualquier conflicto de una cosa con otra, todo apunta a aumentar la energía del conflicto. Incluso si la lucha se detiene por un tiempo, eso no dura mucho, y después emerge con nueva fuerza. Por supuesto hay todo tipo de péndulos y son destructivos en diferente medida.

Lo principal es no ser una marioneta y actuar conscientemente a fin de utilizar estas estructuras para tu beneficio.

¿Cómo romper con esa influencia? Despierta y date cuenta de qué manera el péndulo está tratando de manipularte. Cuando te das cuenta de qué está pasando, la mitad del trabajo está hecha. El poder de la influencia del péndulo es inversamente proporcional a la conciencia. Tiene poder sobre ti sólo mientras tú duermes en la vida real.

Antes que nada, no participes en las batallas destructivas de los péndulos, si tú personalmente no tienes necesidad de ellos. Cuando estés en una multitud, tienes que salir de la escena a fin de mirar alrededor y despertar “¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Me doy cuenta de lo que estoy haciendo? ¿Para qué necesito esto?”
El despertar del sueño lúcido debe ser absolutamente claro, como mencionamos antes: “En este momento ya no duermo y me doy cuenta claramente de lo que estoy haciendo, para qué y por qué razón.” Si tú te das cuenta de eso, las cosas irán bien. Si no, entonces en cada situación, incluso pequeña, eres una marioneta. Es más complicado cuando algo te molesta. En esta situación la araña saltará, mientras la tensión exista. Habitualmente esto significa que el péndulo ha obsesionado tu atención. A fin de liberarte de él, necesitas volverte indiferente… Esto podría ser difícil.

Lo mismo es válido para todas las demás situaciones. Cuando la “araña salta”, eso significa que tu atención está obsesionada. Tú has sido atraído al juego del péndulo, cuya meta es aumentar la energía del conflicto. Para liberarte de ese enganche, necesitas enfocar tu atención en otra cosa. Hablando en general, las cosas no son tan malas. Las cosas irán bien si tú no duermes en la vida real. Aunque puedes pensar que todo lo dicho hasta aquí es una especie de cuento de hadas, y por supuesto no es fácil acostumbrarse al pensamiento de que algunas entidades te controlan.

Aceptar o no este conocimiento, es una cuestión de elección personal. Y tú no tienes que  creerlo. Observa y saca tus propias conclusiones. (Vadim Zeland)

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sábado, 2 de marzo de 2019

Proceso metabólico del Prana ¿Cómo funciona?



El magnetismo humano es una forma de energía pránica. El hombre extrae prana del aire que respira; de la comida que come, del fluido que bebe. Si está deficiente en prana, se debilita y “le falta vitalidad”, por así decir. Cuando su provisión de prana es suficientemente grande para sus necesidades, se vuelve activo, radiante, enérgico y “lleno de vida”.

Hay una gran diferencia en la cantidad de prana absorbida y almacenada por las distintas personas.

Algunos están sobrecargados de prana, y lo irradian como una máquina eléctrica, haciendo que todos los demás con quienes entran en contacto sientan incrementada su salud, fuerza, vida y vigor. Otros están tan escasos de prana que cuando se reúnen con otras personas, su débil condición hace que absorban de la provisión de magnetismo pránico de los demás, con el resultado de que esas personas así despojadas, se sienten incómodas y débiles después de la entrevista. Algunas personas son prácticamente vampiros, y usualmente viven del magnetismo de los demás, inconscientemente, aunque algunos han aprendido que de esta manera pueden vivir de la fuerza de otros, y practican conscientemente sus malas artes. Este uso consciente de su poder es una forma de magia negra, y se acompaña con ciertas penalidades y castigos psíquicos. Pero, después de que ha aprendido algo sobre este magnetismo humano y sus leyes, nadie puede ser expoliado así, ni por demanda inconsciente, ni por voluntad consciente de otros.

El magnetismo humano, o energía pránica, es una poderosísima fuerza terapéutica y se encuentra, en una u otra forma, en la mayoría de los casos de curación psíquica. Es una de las formas más antiguas de curación natural, y puede decirse que es casi instintiva en la especie. Un niño que se ha herido, o que siente un dolor, enseguida corre hacia su madre que besa la parte herida, o coloca su mano en el lugar dolorido y en pocos momentos el niño está mejor. Cuando nos acercamos a alguien que está sufriendo, es muy natural que le pongamos nuestras manos en la frente, o que le pasemos la mano por encima. Este uso instintivo de la mano es una forma de llevar magnetismo a la persona afligida que usualmente se alivia con la acción. Mantener a un bebé junto el pecho de su madre es otro acto instintivo con el mismo propósito. El magnetismo de la madre brota, impulsado por su pensamiento amoroso, y el niño se calma, descansa y se fortalece. El magnetismo humano puede ser expelido del sistema mediante un deseo o pensamiento, o puede pasarse más directamente a otro mediante la mano, el contacto corporal, un beso, el aliento y procedimientos similares.

Los físicos llaman a las manifestaciones del magnetismo humano “fuerza nerviosa” o denominaciones similares, pero es lo mismo que nosotros hemos llamado magnetismo humano, una forma de energía pránica. Cuando queremos levantar un dedo, ejercemos un esfuerzo de la voluntad, si el deseo es consciente, o un esfuerzo de la mente instintiva, si el deseo es subconsciente, y se envía un suministro de magnetismo humano a los músculos que controlan el movimiento del dedo. Los músculos se contraen, y el dedo de levanta. Y lo mismo sucede con cada movimiento del cuerpo, tanto en el plano consciente como subconsciente de esfuerzo. Cada paso que damos es causado por este mismo proceso, cada palabra que pronunciamos se produce en esta forma, cada lágrima que derramamos obedece a la ley, hasta el acompasado latido del corazón responde al suministro de magnetismo humano, impulsado, en este caso, por una orden de la mente instintiva.

El magnetismo se envía a través de los nervios, tal como si fuera un email  enviado por cables de red que lo llevan desde la oficina central a todas partes del país. Los nervios son los cables de red, y la corriente del cuerpo siempre viaja a través de estos cables.

El magnetismo humano es absorbido por el organismo humano del aire que respira, el agua que bebe y el alimento que ingiere. Se extrae en el laboratorio de la Naturaleza, y se almacena en su sistema nervioso, en una cadena de baterías de almacenamiento, de las cuales el Plexo Solar es el depósito principal y central. Desde estas baterías de almacenamiento, el magnetismo es dirigido por la mente y enviado para ser usado en los miles de propósitos para los cuales está destinado. Cuando decimos “dirigido por la mente”, no queremos decir necesariamente que debe ser dirigido por un esfuerzo de la mente consciente o de la voluntad, de hecho, no más del cinco por ciento de la cantidad utilizada es dirigido en esa forma, mientras que el noventa y cinco por ciento restante, es dirigido y utilizado por la mente instintiva que controla las funciones del cuerpo, el funcionamiento de los órganos internos, los procesos de digestión, asimilación y eliminación, la circulación de la sangre y las diversas funciones del   cuerpo físico, todas las cuales están totalmente o en parte, bajo el control y cuidado de la mente instintiva.

Cada parte del cuerpo contiene una cantidad mayor o menor de magnetismo, todo el tiempo, dependiendo de la vitalidad general de la persona, vitalidad que está determinada íntegramente por la cantidad total de prana, o magnetismo humano en el sistema.

Mediante los impulsos de la mente, a través del cerebro, el magnetismo es desviado desde sus baterías de almacenamiento y enviado a todas partes del cuerpo, o a cualquier lugar específico, por los hilos del sistema nervioso. Sin este magnetismo el corazón no puede latir, la sangre no puede circular,  los pulmones no pueden respirar y los diversos órganos no pueden funcionar; de hecho, la maquinaria entera del cuerpo se detiene si se cierra el suministro de magnetismo. Aún más, ni siquiera el propio cerebro puede realizar sus funciones como órgano físico de la mente, a menos que esté presente un suministro de prana o magnetismo. Y todavía, los físicos sonríen ante la mención del tema del “magnetismo humano”, y lo despachan dándole otro nombre, “fuerza nerviosa”, pero limitando su alcance.

Así como la sangre penetra todas las partes del sistema por medio de las arterias y los vasos sanguíneos menores que terminan en diminutos vasitos del grosor de un cabello, llamados capilares, y el sistema se mantiene provisto de sangre rica y roja, construyendo y reparando las células del cuerpo, y proporcionando el material requerido para ese interminable trabajo de reparación y reconstrucción que tiene lugar permanentemente en todas las partes del cuerpo, bajo la dirección de ese fiel sirviente, la mente instintiva, así mismo el magnetismo humano, o energía pránica, penetra cada porción del sistema, por medio de esta maravillosa y compleja maquinaria llamada sistema nervioso, con sus complicados sistemas dentro de sistemas de cables, hilos, relés, acumuladores y similares. Sin este magnetismo no podría haber vida, ya que hasta la fuerza motriz de la maquinaria y aparejos para mantener en funcionamiento la circulación de la sangre, dependen de esta energía pránica.

Detrás de toda esta distribución, se encuentra la mente instintiva, que mantiene una demanda y traslado incesantes de las baterías de almacenamiento del sistema para proporcionar un suministro suficiente de magnetismo que supla todas las partes del cuerpo, y sólo requiere de una cantidad especial en respuesta a una demanda súbita e inmediata. Pero la mente instintiva cuida de la demanda y el suministro en esta continua extracción de las baterías de almacenamiento y el consecuente envío de magnetismo hacia todas las partes del cuerpo. Envía sólo un cierto  porcentaje razonable de la cantidad almacenada, pues de otra manera pronto arruinaría el sistema. Si uno tiene una abundante provisión de magnetismo, la mente instintiva es bastante liberal distribuyéndola, porque no es miserable, sólo es prudente, y tal persona irradia magnetismo, de manera que los que entran en contacto con ella sienten la saludable efusión que escapa de los confines del sistema nervioso, y llena la atmósfera astral a su alrededor.

Muchos pueden percibir esta aura y los que tienen un cierto grado de visión clarividente pueden verla. De hecho, un buen clarividente puede ver cómo se mueve solo el magnetismo dentro del sistema nervioso de una persona. Cuando está dentro, o muy cerca del cuerpo, tiene un tinte rosado claro que desaparece a medida que se aleja del cuerpo. A corta distancia del cuerpo parece una nube de vapor del color y apariencia de una chispa eléctrica, o más bien de las radiaciones de un tubo de rayos X. Los clarividentes ven partículas de él parecidas a chispas que se desprenden de la punta de los dedos de aquellos que dan “tratamientos magnéticos” o pases mesméricos.

El prana depende considerablemente de los deseos y expectativas de la persona, tanto en lo referente a su absorción como a su proyección en una onda de pensamiento. Es decir, que toda persona absorbe más o menos   prana en cada momento de su vida, y esta cantidad puede ser considerablemente incrementada siguiendo las enseñanzas Yogi respecto a respiración, alimentación y bebida; el pensamiento deseo o expectativa de la persona aumentará todavía más la cantidad de prana absorbida. Y, en la misma forma, el deseo o la voluntad de la persona multiplicarán mucho la fuerza con la cual es proyectado un pensamiento, puesto que ello incrementa la cantidad de prana con la que se carga el pensamiento.

Para hablar más claro: Si uno forma una imagen mental de la absorción de prana mientras respira, come o bebe, pondrá en movimiento ciertas leyes ocultas que tenderán a liberar una cantidad mayor de prana de la materia que la encierra y, en consecuencia, se fortalecerá considerablemente. Haz el experimento de tomar unas respiraciones profundas, manteniendo la imagen mental de que estás absorbiendo una gran cantidad de prana con cada inspiración, y sentirás el influjo de una nueva fuerza. Vale la pena probarlo cuando uno se siente cansado y exhausto. Igualmente, bebe lentamente un vaso de agua, mientras formas la imagen mental de que estás extrayendo del agua el gran suministro de prana almacenado en ella, y experimentarás un resultado similar. Igualmente, al comer, si masticas el alimento despacio mientras mantienes la imagen mental de que estás extrayendo la fuerza del prana contenido en la comida, recibirás de ella un porcentaje mucho mayor de nutrición y fuerza que en la forma ordinaria. Todas estas cosas son útiles, esperamos que las prueben, y las utilicen cuando las necesiten. No permitan que la sencillez de estas cosas les hagan subvaluarlas.

La misma ley hace que un pensamiento proyectado con la imagen mental de que está fuertemente cargado con Prana, alcance mayor velocidad y fuerza que un pensamiento ordinario, y su potencia aumenta considerablemente con esta práctica. Pero tenga cuidado de no enviar malos pensamientos por esta vía.
(14 Lecciones Yogui).
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viernes, 1 de marzo de 2019

El Aura humana - Significado



El observador psíquico ve el Aura como una nube luminosa, de forma casi oval, extendiéndose desde el cuerpo de dos a tres pies en todas direcciones. No termina abruptamente, sino que gradualmente se va debilitando hasta desaparecer completamente. En realidad se extiende una buena distancia más lejos del punto visible. Presenta la apariencia de una nube luminosa de colores constantemente cambiantes, no obstante, en cada persona predominan ciertos colores, por razones que consideraremos dentro de unos momentos. Estos colores se originan en ciertos estados mentales de la persona rodeada por el Aura. Cada pensamiento, emoción o sentimiento, se manifiesta por un cierto matiz o combinación de colores pertenecientes a ese pensamiento, emoción o sentimiento en particular, cuyo color o colores se manifiestan en el Aura de ese principio mental particular en el cual el pensamiento, emoción o sentimiento se originan naturalmente, y, por supuesto, es visible al observador que estudia el Aura compuesta del pensador.

El psíquico desarrollado puede leer los pensamientos de una persona como las páginas de un libro abierto, siempre que entienda el lenguaje de los colores Áuricos lo cual, por supuesto, hacen todos los ocultistas desarrollados, aunque la persona que se encuentra accidentalmente en el mundo psíquico en raras ocasiones verá algo más que el reflejo de maravillosos colores que aparecen en una nube luminosa, pero cuyo significado desconoce.

El aura se desarrolla en diferentes capas, ocuparían el mismo espacio como si estuviera llena por el Aura de todos o de cualquiera de las otras capas. En otras palabras, cada una de las capas del Aura interpenetran a las demás y, por tener diferentes grados de vibración, no interfieren unas con otras. Cuando hablamos del Aura, nos referimos al Aura completa del hombre, visible al que tenga vista psíquica.

La forma más ordinaria del Aura humana es, por supuesto, la que emana del cuerpo físico. Esta es mencionada a veces como el “Aura de la salud”, ya que es una indicación segura del estado de salud física de la persona de cuyo cuerpo irradia. Como todas las otras formas del Aura, se extiende desde el cuerpo hasta una distancia de dos a tres pies, dependiendo de ciertas circunstancias que no necesitan ser mencionadas en este lugar. Como todas las otras formas del Aura, es oval u ovoide. Esta forma común a las diversas manifestaciones del Aura ha hecho que algunos escritores se refieran a ella como el “Huevo Áurico”. El Aura física es prácticamente incolora o posiblemente casi de un blanco azulado, parecido al color del agua clara, pero poseyendo un rasgo peculiar que no tienen las otras manifestaciones de Aura, por cuanto aparece a la visión psíquica como “rayada” por numerosas líneas finas que se extienden hacia afuera del cuerpo como cerdas tiesas.

En salud y vitalidad normales, estas “cerdas” lucen rectas, mientras que en los casos de vitalidad deteriorada o salud pobre, se inclinan como el pelo suave de un animal, y en algunos casos presentan la apariencia de una chaqueta erizada de pelo, con los diversos “vellos” proyectándose en todas direcciones, enredados, torcidos, y rizados. Este fenómeno es ocasionado por la corriente de prana que proporciona energía al cuerpo en mayor o menor magnitud, el cuerpo saludable tiene un suministro normal de prana, mientras que el cuerpo enfermo o débil padece de un suministro insuficiente.

Esta Aura física puede ser vista por muchos aunque tengan un grado muy limitado de visión psíquica y para quienes las formas superiores del Aura son invisibles. Partículas desprendidas del Aura física permanecen alrededor del sitio o lugar dónde la persona ha estado, y un sentido muy desarrollado, que se encuentra en los perros y otros animales les permite seguir el “olor” de la persona o animal que están rastreando.

El Aura que emana del Cuerpo Astral es, como el propio principio, de una apariencia y color como del vapor, recordando al vapor justo antes de que se disuelva y desaparezca de la vista. Es difícil distinguirla cuando se entremezcla con las otras formas de Aura, pero cuando el cuerpo astral se ve separado del cuerpo físico puede percibirse su Aura, particularmente si el observador no está abierto a las vibraciones de los principios que envían Auras de diversos colores. Aquellos que hayan visto alguna vez una forma astral, o lo que normalmente se llama un “fantasma” de grado alto o bajo, probablemente recordarán haber visto un vapor nebuloso de forma ovoide rodeando la figura, más definida, de la forma astral. Esa tenue nube oval vaporosa, es el Aura astral. (En otro artículo profundizamos en las distintas capas del aura).

Colores Áuricos y su significado:
Negro: representa odio, malicia, venganza, y sentimientos similares.
Gris: de matiz luminoso, representa el egoísmo.
Gris: de un matiz peculiar (casi como el de un cadáver), representa miedo y terror.
Gris: de matiz oscuro, representa depresión y melancolía.
Verde: de un tono sucio, representa celos. Si con los celos se mezcla mucho enojo, aparecerán como llamaradas rojas sobre el fondo verde.
Verde: de un tono casi color pizarra, representa la falsedad vulgar.
Verde: de un peculiar tono luminoso, representa tolerancia a las opiniones y creencias de otros, fácil ajuste a condiciones cambiantes, adaptabilidad, tacto, cortesía, conocimiento mundano, etc., y cualidades que algunos posiblemente podrían considerar como “falsedad refinada”.
Rojo: de un parecido a la llama oscura cuando estalla fuera de un edificio ardiente mezclada con el humo, representa sensualidad y pasiones animales.
Rojo: visto en forma de destellos rojo claro parecidos en su forma a la llamarada del relámpago, indica ira. Generalmente se ve sobre fondo negro cuando la ira proviene de odio o malicia, pero si proviene de celos, aparece sobre fondo verdoso. La ira que proviene de la indignación o de la defensa de un supuesto “derecho”, carece de estos fondos, y aparece normalmente como llamaradas rojas independientes de un fondo.
El carmesí representa al amor, variando en tonalidad según el carácter de la pasión. Un fuerte amor sensual será de un carmesí oscuro y pesado, mientras que uno mezclado con sentimientos más elevados aparecerá en tonos más ligeros y agradables. Una forma muy elevada de amor muestra un color que casi se aproxima a un hermoso color rosa.
Marrón, de tono rojizo, representa avaricia y codicia.
Naranja, de tono luminoso, representa orgullo y ambición.
Amarillo, en sus diversas tonalidades, representa la fuerza intelectual.
Si el intelecto se conforma con cosas de orden inferior, el tono es de un amarillo oscuro, profundo; y, a medida que el campo del intelecto se eleva a niveles superiores, el color se hace más luminoso y más claro, un hermoso amarillo dorado se aplica al logro intelectual, al razonamiento amplio e inteligente, etc.
Azul, de tonalidad oscura, representa pensamiento religioso, emoción, y sentimiento. Sin embargo, este color varía en claridad de acuerdo al grado de abnegación manifestado en la concepción religiosa. Las tonalidades y gradaciones de claridad varían desde un índigo profundo hasta un violeta  hermoso y rico, representando este último el sentimiento religioso más elevado.
El Azul claro, de un tono peculiarmente claro y luminoso, representa la espiritualidad. Algunos de los más altos grados de espiritualidad   observados en la humanidad ordinaria, muestran este tono de azul, lleno de chispeantes puntos luminosos, que centellean como estrellas en una clara noche de invierno.

Estos colores forman interminables combinaciones y mezclas, y se muestran en grados muy variables de brillo y tamaño, todos los cuales tienen significados para el psíquico desarrollado. Además de los colores antes mencionados, hay algunos otros para los cuales no tenemos nombre, pues se encuentran fuera de los colores visibles en el espectro, y por consiguiente, como la ciencia no puede percibirlos, no ha considerado necesario darles nombres definidos, aunque teóricamente se sabe que existen. La ciencia nos habla de que hay lo que se conoce como rayos “ultra-violeta” y rayos “infra-rojos” ninguno de los cuales puede ser percibido por los ojos humanos ni aun con la ayuda de aparatos mecánicos, pues sus vibraciones están más allá de nuestros sentidos. Estos dos colores “ultra” (y algunos otros desconocidos para la ciencia) son conocidos por los ocultistas y pueden ser vistos por la persona que tenga un cierto grado de poder psíquico.

La importancia de este planteamiento puede ser aprendida más completamente cuando decimos que, cuando se ve en el Aura Humana alguno de estos colores “ultra”, indica desarrollo psíquico, dependiendo su grado de intensidad del grado de desarrollo. Otro hecho notable, para aquellos que no han pensado en el asunto, es que el color “ultra-violeta” en el Aura indica desarrollo psíquico cuando se utiliza en un plano elevado y altruista, mientras que cuando en el Aura Humana se ve el color “infra-rojo”, indica que la persona tiene desarrollo psíquico, pero lo está utilizando para propósitos egoístas e indignos — de hecho, “magia negra”.

Los rayos “ultra-violeta” están justamente fuera de un extremo del espectro visible conocido por la ciencia, mientras que los rayos “infra-rojos” se encuentran justamente fuera del otro extremo. Las vibraciones del primero son demasiado altas para que el ojo humano ordinario pueda percibirlas, mientras que el segundo consiste en vibraciones tan demasiado bajas como las del primero son demasiado altas. Y la verdadera diferencia entre las dos formas de poder psíquico es tan grande como lo indican las respectivas posiciones de estos dos colores “ultra”. Además de los dos colores “ultra” a los que acabamos de aludir, hay otro que es invisible a la vista común — el verdadero amarillo primario que es indicativo de la Iluminación Espiritual y que se ve débilmente alrededor de las cabezas de los espiritualmente grandes.

El color al que nos referimos es característico de la última capa del aura, el Espíritu, y se dice que es de pura luz blanca, de un brillo peculiar, cuyo equivalente nunca ha sido visto por ojos humanos, la mera existencia de la luz blanca “absoluta” es negada por la ciencia occidental.

Cuando la mente está tranquila, en el Aura revolotean las tonalidades que indican las tendencias predominantes del hombre, de manera que su grado de evolución y desarrollo así como sus “gustos” y otros rasgos de su personalidad pueden distinguirse fácilmente. Cuando la mente es sacudida por una fuerte pasión, sentimiento o emoción, el Aura entera parece estar coloreada por el matiz o matices particulares que lo representan. Por ejemplo, un violento ataque de ira hace que el Aura entera muestre llamaradas rojo claro sobre un fondo negro, eclipsando casi los otros colores. Este estado permanece durante un tiempo más largo o más corto, según la fuerza de la pasión. Si la gente pudiera vislumbrar siquiera el Aura Humana cuando está así coloreada, se horrorizaría tanto ante la terrible visión que nunca más se permitiría encolerizarse — se parece a las llamas y el humo del “foso” al cual se envía en ciertas iglesias ortodoxas y, de hecho, la mente humana en tales condiciones se convierte temporalmente en un verdadero infierno.

Una fuerte oleada de amor que revolotee sobre la mente hará que el Aura entera se muestre carmesí, dependiendo su tono del carácter de la pasión. Igualmente, un estallido de sentimiento religioso dará al Aura entera un tinte azul, como se explicó en la tabla de colores. Para abreviar, una fuerte emoción, sentimiento o pasión, hace que el Aura entera tome su color mientras dura el sentimiento.

De lo comentado, verán que hay dos aspectos en el carácter colorido del Aura, el primero que depende de los pensamientos predominantes que habitualmente se manifiestan en la mente de la persona; el segundo, momentáneo, que depende del sentimiento, emoción o pasión (si alguna) particular que se manifiesta en el momento específico. El color de paso desaparece cuando el sentimiento se desvanece, aunque un sentimiento, pasión o emoción que se manifiestan repetidamente se muestran en los colores Áuricos habituales. Por supuesto que el color habitual mostrado por el Aura, cambia gradualmente de vez en cuando según el carácter de la persona mejora o cambia. Los colores habituales mostrados indican el “carácter general” de la persona; los colores pasajeros muestran cual sentimiento, emoción o pasión está dominándolo en ese momento particular.
(14 Lecciones Yogui).
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