Según las ciencias esotéricas, las
energías mentales y emocionales producidas por los pensamientos y los
sentimientos tienen diferentes grados de consciencia. Sus experiencias,
pensamientos y sentimientos producen seres psíquicos que se llaman formas de
pensamiento o entidades del pensamiento. En otras palabras, sus pensamientos y
sentimientos son reales y podrían afectar, o ejercer influencia sobre usted y
otras personas.
Cuando alguien tiene una experiencia
traumática, las energías psíquicas traumáticas que se producen se alojan en los
diversos chakras o centros de energía que, a la larga, pueden
manifestarse como stress o fobia. Estas energías traumáticas tienen ciertos
grados de consciencia y se llaman entidades traumáticas del pensamiento. Una
fobia no es otra cosa que la energía traumática del temor o entidades del
"temor", propias del pensamiento, que están alojadas en cierto chakra
o en determinados chakras de la persona.
Una experiencia traumática puede producir
reiterados pensamientos de temor, pobre autoestima, inseguridad, futilidad y/o
indiferencia. Los pensamientos y sentimientos negativos producirán, a la larga,
entidades del pensamiento negativas con fuertes efectos inhibidores que se
manifestarán como depresión severa.
Detrás del chakra y cerca de la superficie
del cuerpo está ubicada una "red protectora". Es ligeramente más
chica que el chakra y de alrededor de 2,54 cm de diámetro. Esta red de
energía se llama red etérica o protectora porque actúa como una especie de
filtro para proteger a la persona de influencias externas negativas. Si las
dolencias psicológicas no son tan severas, entonces algunas redes protectoras
tan sólo se rasgan; en los casos más graves, algunas redes protectoras se
agujerean o tienen grandes orificios. Esto hace que la persona se tome
susceptible de "perturbaciones o intrusiones psíquicas" por parte de
entidades psíquica negativas o de elementales negativos.
Estos elementales negativos son capaces de
influir sobre una persona al introducirse por las roturas u orificios de las
redes protectoras. Aunque estos elementales negativos pueden causar muchos
problemas y trastornos en pacientes psicológicamente desequilibrados, en
realidad son muy débiles y pueden ser destruidos con facilidad. Estos
elementales negativos son nada más que parásitos etéricos.
La diferencia entre un clarividente y una
persona que está "loca" consiste en que, en el primero, la red
etérica, o protectora, es muy delgada y puede abrirse fácilmente cuando se usa
la facultad clarividente, y se cierra cuando no se la usa. En otras palabras,
la red etérica es como una persiana que el clarividente podrá abrir o cerrar a
voluntad. El clarividente tiene un considerable dominio sobre sus emociones,
especialmente sobre el temor, y puede ver ángeles, hadas y elementales negativos
sin desequilibrarse psicológicamente. En cambio, un paciente que esté loco
tiene agujereadas las redes protectoras y no puede cerrar los orificios cuando
quiere. El loco sufre constantemente la influencia, la molestia o el tormento
de parte de entidades negativas del pensamiento, elementales negativos y
espíritus desencarnados negativos. Ve cosas feas y pavorosas u oye voces
horribles.
Estas roturas u orificios son causados por
pensamientos, sentimientos y hábitos negativos. Las sustancias químicas
alucinógenas queman parte de las redes protectoras. Es probable que la persona
sin instrucción espiritual tenga una experiencia muy desagradable cuando use
sustancias o elementos químicos alucinógenos.
Aunque las
entidades del pensamiento, alojadas dentro del chakra y de la red protectora,
parecen nubecillas de color gris u oscuro, contienen muchísimas energías
psíquicas. Estas energías psíquicas negativas podrían ser en forma de fobia,
ideas obsesivas, experiencias traumáticas, depresión, violencia, temor,
conductas compulsivas, etc.
Cuando la
persona de dotes psíquicas o clarividentes concentra su atención en las
entidades negativas, experimentará intensamente, en lo emocional y lo mental,
los contenidos de estas formas de pensamiento negativas.
Las formas de pensamiento o las entidades
negativas no son más que ex-periencias traumáticas deprimidas o pensamientos y
sentimientos negativos acumulados. Los
elementales negativos son entidades psíquicas negativas que ejercen influencia
sobre una persona para que esta actúe anormalmente.
Cuando una persona está muy encolerizada
se rompen las redes protectoras del chakra del plexo solar, del ajña
chakra y, a veces, del chakra coronario. La ira intensa atrae
elementales negativos de naturaleza violentísima, los cuales se adhieren a la
persona encolerizada a través de las redes protectoras que se rompieron.
Entonces, la persona encolerizada se toma temporariamente "posesa" o
"insana" y realiza cosas terribles que no habría hecho normalmente.
El tiempo que estos elementales negativos estarán adheridos a la persona
depende de la naturaleza de ésta. Si es de las que muy a menudo se enoja
intensamente, entonces su "insania" será relativamente permanente.
Estos elementales negativos se alimentan con la ira y necesitan la energía de
ésta para sobrevivir; en consecuencia, suelen incitar o estimular regularmente
a la persona para que se encolerice.