Tenemos
miedo a todo, al sexo, a nuestros malos pensamientos, al qué dirán, a ser uno
mismo, a todo le tenemos miedo y ahí nos quedamos.
Cuando
somos bebes, niños, nos enseñan que el límite es el miedo, hasta la misma
naturaleza nos los enseña. Tienes algo llamado miedo dentro de ti que cuando
está acorde al peligro que tienes en frente te hace alejarte, ya sea para no
quemarte o no caerte de algún precipicio, pero cuando lo que te amenaza no está
en proporción a lo que sientes “TE FRENA”, y es que así nos enseñaron, la
naturaleza tiene esos programas dentro de ti, pero luego vinieron nuestros
padres, la educación, la sociedad, el estado, la iglesia y todo lo que conoces a
enseñarte dónde TERMINAS porque sino no puedes funcionar como todos funcionan en
sociedad, sentido de pertenencia.
Así que
llega el miedo y te limita y cuando sientes miedo corres de ahí y te regresas a
donde estabas y por eso te quedas con la vida que tienes, “la vida que te tocó
vivir está antes del miedo. La vida que eliges vivir está después del miedo”.
Nunca se
quita el miedo, quieres crecer, expandirte, sentir amor, está después del miedo,
y tienes que aprender a cruzarlo, el miedo es una forma pasiva del enojo, pero
tienes que aprender a reconocerlo, quieres salir del miedo “enójate” y cuando
estés enojado pregúntate ¿qué te da miedo?, vas a sentir que ambos estados están
conectados.
Entiende
que sin miedo no puedes vivir, sin miedo puede morir, es un programa que te protege
para poder vivir pero no para SOBREVIVIR.
Proceso de integración:
Ahora,
en vez de decir tengo miedo, “vas a decir soy miedo”, solo dale tú atención a
las sensaciones que vengan, dale la importancia que te está demandando en estos
momentos, entonces ya no sientes miedo sino que eres el miedo, y cuando
atravieses éste estado de miedo, vas a ir más profundo, para encontrar la
necesidad o deseo que subyace tras ese miedo.
Sientes
miedo porque deseas o porque posees. Cada vez que deseas tienes miedo de no
alcanzarlo o, cada vez que posees tienes miedo de perderlo. El aquí y el ahora
es lo que te saca del miedo. Intégralo hasta que su intensidad haya
desaparecido.
La Actitud:
Renuncia
a ser, a tener, a llegar, a las opiniones de los demás, renuncia a todo control,
“RENUNCIA, SUELTA”.
Tienes
más miedo a perder la vida que hoy tienes o no alcanzar la vida que sueñas.
Cada vez
que tengas miedo, deja que venga, no lo reprimas, ni hagas como que no está. Si
tienes miedo déjalo que entre, que te abrase, que envuelva cada célula de tu
cuerpo, fluye con él, cae en sus profundidades y encuentra el deseo o posesión
que buscas y renuncia a todo lo que deseas y esto te mantendrá en el aquí y
ahora. Renuncia a todo lo que posees porque si no lo tienes puedes saber quien
eres.