Los pensamientos son conceptos estructurados que forman parte de las fuerzas de atracción que generan nuestra experiencia. No es necesario que alimentemos nuestros pensamientos con preocupaciones recurrentes o con otras energías emocionales. En cuanto se han creado, son independientes de nuestros procesos de raciocinio y tienen vida propia. Puesto que tratan de hacer realidad su programa, encuentran energía similar con la que combinarse para crecer y volverse más poderosos.
La frecuencia vibratoria del ámbito mental almacena a aquellos campos energéticos que creamos mediante nuestros pensamientos. La transmisión telepática de pensamientos demuestra que en este nivel no hay limitaciones espaciales.
Cada pensamiento crea un campo energético, que construye en el aura las resonancias correspondientes. Estas resonancias atraen aquello que se había creado mentalmente. Continuamente surgen por medio de la energía de los pensamientos imaginaciones que son fuerzas creativas.
De este modo, atraen hacia nosotros personas y situaciones que le ayuden a desarrollarse.