El desarrollo de nuestra alma no se produce en su totalidad durante las vidas terrenas. No pasamos directamente de la muerte de un cuerpo físico al nacimiento de otro.
Existe entre una vida terrena y otra un intervalo durante el cual nuestra alma experimenta otras etapas de su viaje de regreso al Espíritu. El alma pasa una parte de ese intervalo en los alrededores de la Tierra, y otra parte en otro lugar.
Inmediatamente después de la muerte física, el alma posiblemente se sentirá desorientada. Algunas almas recién separadas del cuerpo evidentemente no comprenden lo que les ha sucedido. Tardarán algún tiempo en darse cuenta de que la vida física ha concluido. Muchas almas han permanecido en ese estadío llamado muerte durante lo que nosotros denominamos años, sin darse cuenta de que estaban muertos. Otros, presumiblemente aquellos que no se han identificado tanto con el cuerpo y que por ello están más preparados para aceptar una existencia continuada sin éste, posiblemente no pasen por este período de confusión o bien lo hagan con mayor rapidez.
También, en estos intervalos entre una encarnación y otra, tiene lugar la evaluación del uso que hemos hecho de las oportunidades que nos fueron concedidas en la vida que acaba de concluir. Se nos permite volver a analizar las elecciones realizadas, para que nos demos cuenta de cuándo hemos utilizado nuestra voluntad para acercarnos más al Espíritu, y cuando lo hemos llevado por el egoísmo y el afán de rebeldía. De ese modo podemos determinar qué tipo de decisiones son constructivas y podemos seguir tomando, y cuáles son preferibles que evitemos por ser un obstáculo para nuestro desarrollo espiritual. La evaluación posterior a la encarnación no es uno de esos juicios condenatorios del alma que forman parte de algunas tradiciones religiosas, pues en el Espíritu no hay condena, hay amor para que cada cual encuentre su camino.
Es un período que puede ayudarnos a ver los aspectos positivos y negativos de la vida que acabamos de vivir, para que podamos hacerlo mejor cuando nos llegue otra vez la oportunidad de vivir una vida física en la Tierra.
