¿Qué es el estrés infantil?
El estrés infantil es un estado psico-físico no deseado, que se está incrementando en las últimas décadas, acompañando los cambios sociales recientes en la historia contemporánea. La modernidad trajo consigo aspectos positivos, pero también más aceleración y ritmo en el vivir cotidiano, individualismo y competencia, menos cooperación y solidaridad.
Características del Estrés infantil
Siendo el estrés en general una reacción del organismo ante situaciones muy difíciles o excitantes, que pueden ocurrir a cualquier edad, no es de extrañar que los niños puedan ser vulnerables de padecerlo. En un estado de estrés la armonía del organismo queda afectada y cada órgano pasa a trabajar en un ritmo diferente a los demás. Si esta situación perdura en el tiempo, puede que alterarse ese equilibrio y el organismo se debilita, quedando vulnerable para la aparición de síntomas y diversas patologías. El estrés infantil es poco conocido, siendo difícil encontrar trabajos de investigación sobre el tema.
Síntomas del Estrés Infantil
Niños menores de 5 años
Irritabilidad, llantos frecuentes, deseo de estar siempre en brazos de los padres, pesadillas, miedos exagerados a la oscuridad, a los animales o a quedar solos, cambios en el apetito, dificultades en el habla, retroceso a comportamientos infantiles ya superados, como orinarse en su cama o chuparse el dedo.
Niños entre 5 a 11 años
Irritabilidad, agresión, llanto innecesario, necesidad de llamar la atención compitiendo con los hermanos, quejarse de dolores físicos sin estar enfermos.
Causas del Estrés Infantil
Pueden existir factores externos o internos, de la misma forma que sucede en personas adultas.
Factores internos: están relacionados con las características de la personalidad, pensamientos y actitudes del niño, especialmente cuando necesita enfrentar situaciones difíciles. De esta forma, el estrés infantil puede ser generado por el mismo niño, de acuerdo con su manera de percibir a sí mismo y el mundo que lo rodea. Los factores internos de estrés infantil son: ansiedad, depresión, timidez, deseo de agradar a los demás, miedo de fracasar, temor al castigo divino, preocupación por cambios en el aspecto físico, duda de su propia capacidad de aprendizaje, miedo al ridículo ante sus amigos, especialmente en los adolescentes.
Factores externos: son ocasionados por cambios significativos o que sin ser relevantes, permanecen en el tiempo, responsabilidades y actividades superiores a su capacidad, crisis familiar debido al divorcio o separación de sus padres, algún familiar de primer grado que tiene una enfermedad incapacitante o que fallezca, nacimiento de un hermano, una hospitalización repentina por accidente o enfermedad, cambio de maestra en la escuela, ser hijo de padres que padezcan estrés, miedo del maltrato de sus padres.