Viene a ser la instalación de dos programas, ideas, conceptos, diametralmente opuestos, encerrados complemente en si mismos (aislados energéticamente), y situados en la misma esfera mental para que se cortocircuiten uno a otro cuando sea necesario introducir y activar un mecanismo de confusión en la psique del ser humano.
Así, de esta manera, nos encontramos por ejemplo con una programación del tipo: “la abundancia es infinita, merezco ser abundante”, y en el otro archivo, el programa o patrón de “debo conformarme con lo que tengo y no necesito aspirar a más”.
¿Y bien? ¿que postulado es correcto?. Ambos, pues para la persona en cuestión que los tenga, el primero se activa en ciertos momentos por alguna serie de estímulos externos, y la persona se comporta de una forma determinada respecto al concepto arquetípico de abundancia, mientras que en otros momentos, se activa el programa contrario, haciendo que esa persona bloquee por completo todo flujo energético referente a la abundancia.
Cuando se activan ambos a la vez, si así es requerido por los paquetes de datos que entran por la esfera pre-consciente cuando estamos enchufados al “servidor de datos” del inconsciente colectivo (matrix, sistema o malla de control), entonces la confusión es total y caótica, resultando en una sobrecarga mental de la persona donde se desecha todo pensamiento referente a la abundancia por no saber decantarse hacia que premisa debería ser ejecutada (creída –> proyectada –> manifestada).esfera mental para que se cortocircuiten uno a otro cuando sea necesario introducir y activar un mecanismo de confusión en la psique del ser humano.
Los medios de comunicación y la educación que recibimos está llena de programación cruzada de la que no nos damos cuenta. Otro ejemplo de programación cruzada que aparece en muchas personas es la que dice, por un lado, que somos especiales, que somos gente muy buena, personas muy válidas, que somos “mejores”, etc., etc., pero, por otro lado, en la misma esfera mental, aparece otro “programa” que inculca la creencia de que “no somos lo bastante buenos”, no “valemos”, “no nos tienen en cuenta”, etc. En realidad, ninguna de estas dos programaciones es correcta, ya que están instaladas para crear sentimientos por un lado de superioridad, por otro de inferioridad.(David Topi)