El camino de regreso a nuestro hogar no es uno solo, tampoco hay caminos buenos o malos, hay simplemente un camino, y el indicado para cada uno es en donde te encuentres en éste momento.
Todo camino lleva a conocerte, entender quien eres y el papel que cumples. Tarde o temprano, vas conociendo y comprendiendo el mecanismo que lleva a generar la realidad en el camino en el que estás, se hace carne en ti. Es ese mecanismo que funciona para que te encuentres con las circunstancias, las personas, y las relaciones que esperabas, consciente o inconscientemente.
Luego para saber si avanzas en tu camino, existe un indicador brillante, y que es el AMOR, es decir, cuánto AMOR sientes en cada momento, ahora haz lo siguiente, si te detienes un momento, ¿puedes llevar ese mismo momento hacia la plenitud? ¿Puedes hacerlo ahora? La respuesta a ésta pregunta te sirve de gps en el camino que te encuentras. Entonces podrás saber qué tanto has caminado avanzando sin dar vueltas en círculos.
Por último, no es cuánto avanzas sino cómo avanzas, cuánto le has dado a la vida, que has hecho para generar más AMOR en ti, cómo te tratas cada día, cuánta consciencia has alcanzado al final del día y lo más importante cuán agradecido te vas a dormir por las noches.
La idea es mostrar que lo que llamamos Iluminación, el despertar, nirvana, etc, no son procesos complicados, o que es solo para algunos o es algo difícil. Sino que mientras más AMOR reflejes más disfrutas y más luz traerás al mundo. Y en tu caminar vas dejando huellas para todos lo que vienen atrás con la mismas ganas de regresar a nuestro hogar.