La salud en clave energética es una valiosa herramienta de auto-conocimiento y de optimización de la propia salud.
Según la física moderna, la realidad está formada por 3 elementos principales: materia, energía e información.
La energía
Nuestro campo de energía, y la información que se halla codificada en él, nos permite acercarnos a la realidad desde otro ángulo. Eso que no podemos ver pero sí percibir de algún modo, lo que hace que notemos la presencia de otra persona en una habitación aun cuando no la vemos, o que nos sintamos inmediatamente a gusto o a disgusto con una persona o en un lugar.
Todos actuamos en nuestro campo energético. Algunas veces lo hacemos conscientemente (a través de yoga, meditación, taichí, etc). Sin embargo, muchas personas todavía no han descubierto esa realidad energética, y se pierden el maravilloso potencial que tiene. Cuando tomamos consciencia del efecto de nuestros propios pensamientos o emociones, de cómo nos afectan determinados lugares o personas, toda nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos cambia. La mente se abre, y nos damos cuenta de que tenemos más herramientas para conseguir nuestro propio bienestar, que no somos víctimas de la “mala suerte” o la estadística en las enfermedades.
Nuestro cuerpo físico está sostenido por un campo electromagnético. Este campo es la base de todo lo que ocurre a nivel biológico. Si esta estructura está equilibrada, también lo estará nuestro cuerpo físico. Si el campo electromagnético está desequilibrado y esa situación se mantiene, las células comenzarán a enfermar.
La materia
Estamos acostumbrados a estudiar la materia, y a identificarnos con nuestro cuerpo físico. A veces expresamos “tengo poca energía”, aunque pocas veces tenemos consciencia de nuestra verdadera energía, nuestro campo electromagnético. Igual que las limaduras de hierro se organizan en función del campo magnético de un imán, nuestras células dependen del campo de energía para mantener su salud y su armonía.
En la medida que vamos conociendo nuestro campo energético, podemos acceder a una información muy valiosa sobre cómo estamos, cuáles son nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles, por dónde “se nos escapa la vida”. Podemos detectar de forma precoz los desequilibrios y de esa manera, corregirlos a tiempo para que no lleguen a dañarse las células, la estructura, la materia.
La información
El análisis de la energía nos permite ver cómo está funcionando fisiológicamente una persona. Dependiendo del tipo de señal que recojamos, tendremos una parte de la información u otra. ¿El objetivo? Conocernos más, aprender qué me ayuda a sentirme mejor, a estar más sano, más equilibrado, a todos los niveles. La salud comienza por una información correcta, que nos va a llevar a una estructura energética adecuada. Y así, nuestras células se mantendrán sanas.
La visión energética de la salud nos permite entender que nuestra salud está en nuestras manos, depende de nuestros hábitos, de nuestra forma de vivir, de los pensamientos y las emociones que generamos, y de cómo (a través de nuestro sistema de creencias) respondemos a los desafíos de la vida. Dra. Ana MAría Oliva.