Es la que considera todos los cuerpo del individuo para su sanación: desde su cuerpo físico, hasta su cuerpo mental y espiritual.
La medicina energética reconoce que no sólo somos un cuerpo de carne y hueso, sino que somos además seres mentales y espirituales, un conjunto de sistemas de energías en interacción constante. Esta medicina admite no sólo que la mente puede influir sobre los mecanismos que regulan la salud de la persona, sino que la salud misma está relacionada además con aspectos más profundos en dónde está implicada la consciencia del individuo.
Física y medicina
La física cuántica ya ha demostrado, en el plano de las partículas, que toda la materia es en realidad energía, y que en determinado punto de dicha energía, no existe nada. Lo anterior puede ser un tanto complejo de explicar en un espacio tan breve, sin embargo, resumiendo un poco lo anterior y para fines de este artículo, lo expuesto demuestra hasta cierto punto que el cuerpo es una energía en constante transformación dirigida por una voluntad que está autocreándolo a cada instante.
La medicina energética admite la enorme importancia que tienen la influencia de los pensamientos y la consciencia del ser humano sobre el cuerpo; reconoce que la mente es la principal conductora en el comportamiento del cuerpo y que la relación del individuo con la realidad que le rodea son factores realmente importantes a la hora de considerar la enfermedad.
De aquí que en una terapia de medicina vibracional se tomen en cuenta todos los aspectos del individuo para su completa sanación, como la forma en que piensa, lo que siente, y su actitud y filosofía ante determinadas circunstancias y experiencias de su vida. En medicina energética, erradicar una enfermedad significa llegar hasta la raíz que la provoca, y no sólo considerar la sintomatología del cuerpo y concentrarse en hacer desaparecer los síntomas para devolverle al cuerpo su equilibrio vital, pues cuando no se consideran todos los aspectos globales implicados en el individuo, es muy probable que como consecuencia la enfermedad no desaparezca, sino que muchas veces parece incluso fortalecerse o agravarse, y entonces quien padece la enfermedad necesite volverse dependiente a medicinas y tratamientos de por vida.