Que un fotón se pueda comportar como onda o corpúsculo (dualidad onda-partícula), que no se pueda saber con exactitud la velocidad y posición de una partícula (principio de incertidumbre) o que un electrón pueda traspasar una barrera eléctrica aparentemente infranqueable (efecto tunneling) son propias de un mundo que no responde a lo convencional.
Complementariamente, también se sabe que la Física Cuántica es un pilar clave en el puente que une materia y conciencia, estableciendo una nueva dimensión de conocimiento del cuerpo y de la mente. El ser humano es un complejo cuántico que se rige por un patrón de onda. El campo biofotónico, característico de todos los seres vivos, se entiende en términos de la Física Cuántica.
Además, la Teoría Cuántica guarda relación con la Relatividad, la Física de partículas y otras como la teoría de cuerdas, jugando un papel importante en la interpretación del inicio del Universo, de las singularidades de los agujeros negros y de las posibles conexiones con las energías sutiles y la materia oscura.
Así pues, el mundo cuántico puede ser la gota que colme el vaso de un nuevo paradigma, una nueva forma de entender el mundo; existen múltiples posibilidades de manifestación, donde el hombre es partícipe del mundo cuántico y donde existe la posibilidad de influencias instantáneas de un lugar a otro del espacio.
Niels Bohr “Cualquiera que no se impacte con la teoría cuántica es que no la ha entendido.”