Representa aquello que nos fue arrebatado.
Nuestra historia, nuestros recuerdos y nuestra identidad nos fue arrebatada y dispersada.
El único medio que nos quedó para descubrir quiénes eramos, fue la experiencia sexual.
La sexualidad es la clave. Es la puerta de entrada hacia esferas más elevadas de la consciencia.
La sexualidad te conecta con la frecuencia del éxtasis, lo cual te conecta con la fuente divina y con la información.
Es necesario que despejes la negatividad que rodea a la sexualidad en esta vida, y que experimentes y examines tu forma de utilizar la energía sexual y su expresión en tus «yoes» multidimensionales.
Las partes sexuales de tu cuerpo son avenidas que conducen al placer y crean frecuencias que sanan y estimulan al cuerpo y, potencialmente, lo conducen hacia su yo espiritual más elevado.
Tu historia sexual afecta a todas las esferas de tu alma, de manera que todos los problemas del alma son transmitidos por todo tu cuerpo.
El sexo es una de las expresiones más poderosas de nuestra biología, y el aspecto de más poder personal es la experiencia orgásmica.
El orgasmo excita todo el cuerpo a todos los niveles.
Las células del cuerpo responden como si se tratase de un poderoso gong que alinea el cuerpo y rellena los espacios con energía radiante.
El orgasmo sirve para sanar el cuerpo; durante un orgasmo, renovas y revitalizáis todo
a nivel celular y conectas con la esencia de vuestro ser espiritual.
Estás suspendidos entre probabilidades con los diversos niveles de vuestro cuerpo (mental, físico, emocional y espiritual) elevados y alineados.
En la cresta de la ola orgásmica, nuestro cuerpo late con tanta vitalidad que explota en la atmósfera, diseminando en el campo de la existencia lo que quieres y lo que piensas de vos mismos.
Las esferas de espíritu son lugares de existencia a los que el cuerpo no tiene acceso.
La sexualidad es una oportunidad para los seres humanos para recuperar la memoria, o para conectar con el yo espiritual y el creador espiritual, o para encontrar el camino hacia la esfera espiritual.
A veces se habla del orgasmo como «la pequeña muerte», ya que el orgasmo libera nuestra mente consciente de su rígida unión al cuerpo y, durante un corto período de tiempo, permaneces flotando, suspendidos en un espacio entre la vigilia y el sueño; aquí es cuando nuestras células y partículas subatómicas experimentan libremente, junto con las capas de nuestra conciencia, un estado de exquisita sanación.
Gracias al sexo nuestras células se acuerdan de su propia vitalidad.
La energía sexual está pensada para manteneros alerta; forma parte de lo que sana vuestro cuerpo.
La experiencia orgásmica nos conecta con nuestro espíritu y reorganiza y revitaliza nuestras células.
Las hormonas que se liberan durante el acto sexual modifican el patrón de nuestras ondas cerebrales equilibrándolas e integrándolas para activar de esta manera la mente cósmica despierta.
La experiencia orgásmica puede ser una experiencia genital que implique a todo el cuerpo o una experiencia multicorporal y, al abrirse todos los chakras, nos puede hacer viajar por el multiverso.